Cotillear con los compañeros, navegar por Internet, hacer pausas, mandar correos a los amigos, salir a fumar ... La revista Emprendedores citaba este mes un estudio de Ipsos para la empresa Lexmark en el que concluían que estas distracciones consumían hasta el 15% del tiempo de sus trabajadores en Europa, una cifra que probablemente firmarían sin dudar muchos empresarios españoles al observar a sus trabajadores. Al loro, señores empresarios, pero también señores trabajadores: Los tres paises con menor jornada laboral (Holanda, Alemania y Bélgica) se encuentran entre los cuatro en los que la productividad por hora es mayor. Y de nuevo dudo que se trate únicamente de una cuestión aritmética (menos horas = menor denominador = mayor cociente). Se trata de algo mucho más profundo que tiene que ver con las actitudes hacia el trabajo (insisto: de unos y de otros).
Y es que mientras haya quién se pase la jornada pasilleando pero luego procure salir a las nueve para que todo el mundo vea que se queda hasta tarde, y mientras se premien precisamente este tipo de actitudes... Bueno, mal vamos. Y no nos lo están avisando ningún filósofo ni gurú empresarial, sino entidades como el FMI o el Banco Central Europeo.
Vía | Cinco Días