Cuando se habla de la jubilación la mayoría de los temas giran entorno a la edad a la que uno se puede jubilar y el número de años cotizados que hay que tener para poder llegar al 100%. Sin embargo hay algo de lo que la gente suele olvidarse.
Lo más importante de la jubilación es llegar al mínimo para poder cobrar una prestación una vez se llegue a la edad legal. Y este mínimo son 15 años cotizados. Por debajo de eso se accede a las pensiones no contributivas que son realmente muy bajas (no llegan a los 520 euros en 14 pagas).
Los primeros 15 años cotizados son los más rentables
Una vez se lleguen a esos 15 años cotizados se tiene derecho a pensión (con un detalle importante: dos de estos años deben estar en los 15 años anteriores al momento de la jubilación). Y esto genera un derecho al 50% de la pensión.
A partir de ahí se aumenta el porcentaje hasta llegar al 100% con 37 años cotizados. Pero si nos damos cuenta se tardan 15 años en llegar al 50% y luego 22 años en el otro 50%. Los primeros 15 años son los fundamentales. Es más, si luego no se llega a la pensión mínima habrá un complemento, con lo que lo más rentable realmente es cotizar 15 años (siempre que haya 2 en los 15 anteriores antes de jubilarse).
La estrategia óptima para cobrar pensión
Por tanto la mejor estrategia para cobrar una pensión es cotizar 15 años. No hay que olvidarse de meter dos de estos años en los 15 anteriores de la jubilación. Esto nos dará la mayor rentabilidad de cara a cobrar una pensión.
Es cierto que al final, cuanto más años y más cantidad cotices, implicará pensión más alta más. Pero la tendencia es que la pensión mínima suba mucho y la pensión máxima solo con la inflación, con lo que al final acabaremos con una pensión única y lo realmente importante será únicamente haber generado derecho a tenerla.