El dólar ya no es lo que era. Su creciente debilidad respecto a otras monedas parece que no toca fondo, lo cual está alterando y mucho las relaciones comerciales a lo largo y ancho del mundo. Y si no, que se lo digan a los productores de petróleo.
Y es que éstos últimos, que venden su producción a cambio de dólares, están viendo como a pesar del rally de los precios del "oro negro", el efecto del tipo de cambio está haciendo que pierdan poder adquisitivo, dando lugar a una curiosa paradoja: el precio cada vez es mayor, pero la riqueza generada no.
De hecho, uno de los temas que se puso encima de la mesa en la reciente cumbre de la OPEP fue éste precisamente: la necesidad de cambiar el método de fijación del precio del petróleo para pasar de un modelo basado en el dólar a otro basado en una cesta de monedas.
Irán y Venezuela parecen los principales impulsores de la medida (seguro que tampoco les da ninguna pena que, como efecto secundario, el dólar sufra un poquito más) aunque los amigos de Estados Unidos dentro de la OPEP están contemporizando para retrasar en la medida de lo posible la medida.
De todas formas, es cuestión de tiempo que las cosas cambien. De una economía mundial dominada por el dólar hemos pasado a tener tres o cuatro monedas que sirven como referencia, y es lógico que las relaciones comerciales reflejen este hecho. Foto | Ganessas