Llevamos varios meses con un runrun constante sobre el IVA que se aplica a los libros y las diferencias de tributación que presentan los libros electrónicos y los libros físicos. Según se encuentra la Ley del IVA (de ámbito espacial europeo) los libros físicos o en soporte digital son considerados productos y tributan al tipo superreducido del 4%; por contra, los libros electrónicos, ficheros de datos que se transmiten a través de internet en uno u otro formato, tributan al tipo general del IVA; ahora al 16% y a partir de julio, al 18%, dado que se consideran servicios prestados por vía electrónica y son diferentes desde luego.
El problema radica en la definición de la prestación de servicios por vía electrónica. En esta definición no encaja el concepto de producto como tal y por tanto, la Agencia Tributaria, La Dirección General de Tributos y Bruselas ratifican que un libro electrónico es una prestación de servicios a efectos de IVA y por tanto, no se le puede aplicar el IVA superreducido. Fiscalmente, es lo que hay a día de hoy y la ministra Sinde ya metió la pata (qué raro que esta Sra se equivoque) cuando insinuó que los libros electrónicos tributarían al 4%.
Esta tesitura sólo tiene una solución práctica sin tener que forzar el concepto de prestación de servicios por vía electrónica, con un alcance mucho más complejo. Dado que modificar la definición producto por vía electrónica no sería aplicable porque existe la transmisión de datos y tampoco se pueden equiparar todos los libros a los ficheros electrónicos, lo más práctico que puede hacer Bruselas y transponerlo a todos los estados miembros es la exención plena de IVA en los libros, comics y todo tipo de material educativo y cultural, de manera independiente al formato en el que se suministren.
Bastaría con modificar el régimen de exenciones de IVA y dejar los libros fuera del campo de aplicación de los tipos del impuesto. Es decir, si los libros estuvieran exentos de IVA, su precio debería bajar sustancialmente y tampoco existiría competencia desleal de unos estados a otros tal y como se teme si se levanta la mano y algunos paises comienzan a vender libros electrónicos al tipo superreducido frente otros que lo hagan al tipo general. Y no estaría de más incentivar el consumo de libros y la lectura bajando sus tramos impositivos.
Vía | eConta
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Imagen | Br1dotcom