Ahora y con el parón económico mundial se ha producido una caída generalizada de la demanda en todo el mundo y por supuesto China lo ha notado en su nivel de exportaciones. Si bien es cierto que sus precios siguen siendo más baratos, el facto de que el dinero líquido escasee entre muchos consumidores hace que no puedan disponer para comprar muchos productos que habitualmente si que lo hacían.
En octubre de éste año las exportaciones habían subido un 19%, pero la sorpresa ha sido en noviembre, cuando no sólo no han subido dichas exportaciones al mismo nivel que lo hicieron el mismo mes del año pasado, sino que se ha producido un pequeño descenso de sus exportaciones de aproximadamente el 2%.
Una caída en éstos porcentajes no es muy grave, pero si demuestra que la tendencia ha cambiado claramente; no va a seguir con unos rendimientos positivos tan buenos. Muchas veces y como se estudia en otros tipos de análisis como podrían ser los técnicos o los chartistas, las tendencias siempre cambian por un cambio radical en la línea de media móvil más similar a la realidad como ha podido suceder en éste caso. Es decir, Se ha roto la línea de tendencia interanual alcista y se puede prever un claro cambio de la tendencia.
Por otro lado la actual situación económica en China no es del todo buena como para decir que podrían conseguir paliar ésta situación de descenso de sus exportaciones con la colocación de sus productos en su propio mercado. Es algo complicada la forma de por sí de medir la productividad así como los diferentes indicadores en los mercados chinos, pero se piensa que se está produciendo actualmente una pequeña crisis de productividad, algo que para éste país también es una seña de identidad de una mala situación.
Desde luego es inevitable pensar que un mal momento económico como el actual no puede repercutir en el consumo, es normalmente lo primero y lo que más se ve afectado; por lo que es entendible que el primer país exportador del mundo si hay una rebaja del consumo mundial se vea repercutido con un descenso de su venta de productos.
Imagen | santarosa Fuente | elEconomista