España va a velocidad de crucero. Esta es una de las máximas del actual Gobierno durante los últimos años. Y, en cierta parte, no va mal encaminado. Pero eso sí, con un matiz importante que evidencia cuán de cogida con pinzas está esta expresión si analizamos de forma pormenorizada los datos.
Es cierto que, en los últimos años, España ha experimentado un notable ascenso en su balanza comercial, superando a Alemania como exportador neto dentro de la Unión Europea. Y este logro, para ser justos, se atribuye en gran medida al auge del sector servicios, especialmente al turismo, que ha compensado el déficit en el comercio de bienes que sufre nuestro país.
El auge del sector servicios en España
El sector servicios ha sido fundamental para el crecimiento económico de España, con el turismo desempeñando un papel central. En 2022, las exportaciones de servicios alcanzaron los 163.000 millones de euros, impulsadas por la recuperación del turismo tras la pandemia y el incremento de servicios empresariales como consultoría, ingeniería y logística. Esto representó un crecimiento interanual del 15%, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
El turismo, en particular, se ha recuperado rápidamente, consolidando a España como uno de los destinos más populares del mundo. En 2023, el país recibió 83 millones de turistas internacionales, generando ingresos cercanos a los 72.000 millones de euros. Estos datos no solo destacan la fortaleza del sector turístico, sino también su papel en equilibrar la balanza de servicios. Y ojo, que este año las cifras podrían ser aún mejores.
¿Qué ocurre si nos comparamos con Alemania?
Alemania, tradicionalmente conocida por su fortaleza en la exportación de bienes, ha enfrentado desafíos muy importantes en los últimos años debido al encarecimiento de la energía, la inflación y la caída de la demanda en mercados clave como China. Según el Bundesbank, el superávit comercial alemán disminuyó la friolera de un 44% entre 2021 y 2023.
España adelanta a Alemania y se convierte en el gran país exportador de Europa. El superávit del sector exterior aportará más del 4% al PIB en 2024, una cifra histórica, gracias al crecimiento de los servicios. Por @jgjorrin.https://t.co/k5PeHANpjU pic.twitter.com/eqmaLhYtKj
— José Pérez (@economyred) December 15, 2024
En contraste, España ha mostrado un dinamismo superior en sus exportaciones. Las ventas exteriores crecieron un 15,8% en 2024, alcanzando los 389.000 millones de euros. Mientras que Alemania sigue liderando en sectores como la automoción y la maquinaria industrial, España ha ganado terreno en áreas como alimentación, textiles y productos farmacéuticos.
La necesidad de la diversificación de mercados y sectores
España ha logrado diversificar sus exportaciones, alcanzando cifras récord en mercados europeos como Alemania, Italia y Polonia, así como en países emergentes como Marruecos, Turquía y México. La apuesta por productos de alto valor añadido, como los alimentos gourmet y los productos farmacéuticos, ha sido clave en este proceso.
En el sector agroalimentario, las exportaciones españolas crecieron un 12% en 2023, alcanzando los 68.000 millones de euros, con el aceite de oliva, el vino y los cítricos como protagonistas. Asimismo, las exportaciones de productos farmacéuticos aumentaron un 10%, consolidándose como un pilar en la balanza comercial del país.
El papel del turismo en la balanza comercial
El turismo ha sido un pilar indiscutible en la economía española desde siempre, contribuyendo significativamente al superávit en la balanza de servicios. Según el Banco de España, el sector servicios representó el 61% de las exportaciones totales en 2023, con el turismo liderando este apartado.
Además, la diversificación del turismo hacia experiencias culturales, gastronómicas y rurales ha atraído a un público de mayor poder adquisitivo. Por ejemplo, el gasto medio por turista internacional se incrementó un 9% en 2023, alcanzando los 1.217 euros por visitante. Cuando cierre el presente año, estas cifras volverán a ser superiores.
El éxito de España como exportador neto también se debe a su infraestructura y ventajas competitivas. Puertos como los de Valencia, Barcelona y Algeciras han optimizado sus operaciones para facilitar el comercio internacional, mientras que las inversiones en transporte ferroviario y logístico han mejorado la conectividad interna y externa.
Por otro lado, la posición geográfica de España como puente entre Europa, África y América Latina sigue siendo un factor estratégico que fomenta el comercio internacional.
La combinación de un sector servicios robusto, una recuperación acelerada del turismo y una diversificación efectiva de mercados y sectores ha permitido a España superar a Alemania como exportador neto en la UE.
Un logro que, pese a la inestabilidad política, destaca la resiliencia de la economía española y puede cambiar la senda para un cambio estructural en su modelo económico, con un enfoque creciente en servicios y productos de valor añadido.
Mientras Alemania enfrenta retos relacionados con su modelo industrial, España emerge como un ejemplo de adaptabilidad, aprovechando su fortaleza en servicios y diversificación comercial para consolidar su posición en el mercado internacional. La cuestión ahora es, ¿conseguirá asentar esta tendencia en el futuro?