El gobierno español está siguiendo el mismo camino que otros gobiernos con esta crisis, que es lanzar programas de inyección de liquidez al mercado de forma indiscriminada, con el objetivo de que los consumidores reinicien su consumo, que las empresas tengan suficiente liquidez para operar y para que los bancos tengan suficiente liquidez para no cerrar el grifo de los préstamos.
Hasta ahora se ha gastado muchos miles de millones de fondos públicos, financiados por deuda estatal y los resultados son nulos.
Los bancos no prestan, las empresas no pueden hacer frente a sus necesidades de liquidez y los consumidores no vuelven a su euforia consumidora, que parece que es lo que se está buscando, algo que hemos cuestionado en estas páginas. Y con las subidas del desempleo continuando, esto no se espera que cambie pronto.
En estas páginas estamos lanzando propuestas para que el gobierno consiga lo que busca de la mejor forma posible, es decir, reactivar la economía entorpeciendo el mínimo posible al mercado privado y a la eficiencia.
Aquí va otra propuesta.
Si el gobierno quiere inyectar más liquidez en el mercado y, al mismo tiempo, ayudar a las empresas con su situación de líquidez y de alto endeudamiento, todos los distintos gobiernos del Estado deben pagar inmediatamente sus deudas a las empresas, y hay muchos miles de millones en juego.
Antes de que estalló esta crisis, a las empresas no les importaba trabajar con los gobiernos, a todos los niveles, incluso sabiendo que estos no iban a hacer frente a sus obligaciones de pago en muchos meses y, en algunos casos, en años. Como siempre se esperaba que, tarde o temprano, los gobiernos pagarían, las empresas podían ir al banco, descontar estos títulos y hacerlos líquidos.
Es decir, recibían el monto de lo que les debían, con un descuento, dependiendo de la estimación del banco del tiempo que tardarían en cobrar. Este descuento era una coste más de trabajar con entidades estatales.
Desde que estalló la crisis, los bancos han dejado de descontar mucha de esta deuda y, como consecuencia, las empresas se han quedado con su deuda estatal, sin saber cuándo recibirán pago, y sin la liquidez que necesitan, ahora más que nunca.
Los gobiernos deben obtener financiación profesional, como están haciendo para financier los programas de despilfarro que hemos denunciado en estas páginas y utilizar estos fondos para pagar sus deudas con empresas.
Si los gobiernos locales no pueden acceder al mercado de deuda, debería hacerlo el gobierno central y prestarlo al local o regional para que hagan frente a sus deudas. ¡Que emitan más bonos matador!
Estas deudas contratadas en el mercado de deuda profesionalizaría la gestión de deuda de los gobiernos, ya que no podrían aprovecharse de las empresas ya que, por alguna razón, ahora los gobiernos piensan que no tienen que pagar a tiempo.
Con mi propuesta, de golpe, se levantaría un peso importante de deuda no cobrada que tienen muchas empresas al mismo tiempo de que se les daría una inyección importante de liquidez, que es lo que más buscan en estos momentos.
La ventaja adicional es que esto rompería el círculo vicioso de impagos impuesto desde hace años por los gobiernos de todos los niveles de incurrir deudas y no pagar y no pagar y no pagar.
En El Blog Salmón | La crisis afecta a los ayuntamientos, ¿o no? y Ahora están pensando en las condiciones – una propuesta