La economía sumergida o economía informal es aquella actividad económica que se encuentra fuera de la economía regulada y por lo tanto, el Estado no puede ejercer todo su sistema tributario contra esta actividad económica.
Las estadísticas alrededor de la economía sumergida suelen ser difusas porque son operaciones a pequeña escala aunque numerosas y por lo tanto, se trata de estimaciones mediante encuestas o bien indicadores indirectos como puede ser la demanda de dinero en una economía.
A escala global el tamaño de la economía sumergida se reduce
En el siguiente gráfico podemos ver cómo ha evolucionado el tamaño de la economía informal frente al global de la economía en cada uno de los territorios económicos desde 1990 hasta nuestros días.
En todas ellas se percibe un patrón claro y es que la economía informal ha perdido peso relativo, lo que significa que las actividades que se desarrollaban en la economía informal han ido pasando a la economía formal.
Esto ha sido posible gracias a la mejora de países con un mayor crecimiento de su PIB, una rápida acumulación de capital físico y grandes mejoras en la gobernanza y el clima empresarial fructífero para desarrollar la actividad económica.
A día de hoy aquellas regiones que se encuentran con una mayor proporción de economía sumergida las encontramos en la África subsahariana y América Latina y el Caribe, ambas muestran una actividad no regulada que tiene un peso del 34% sobre el PIB.
Por lo tanto, la actividad informal representa aproximadamente un tercio del PIB, pero lo más significativo es que implica el 70% del empleo en los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
La informalidad está más extendida en las economías menos desarrolladas, con grandes sectores agrícolas y una mayor proporción de trabajadores no cualificados. Aunque a veces proporciona la ventaja a corto plazo de la flexibilidad y el empleo, un sector informal más amplio se asocia con una menor productividad, menores ingresos fiscales y una mayor pobreza.
Existe una elevada heterogeneidad en el tamaño de las economías informales en África subsahariana, que van desde un mínimo del 20 al 25% en Mauricio, Sudáfrica y Namibia hasta un máximo del 50 al 65% en Tanzania y Nigeria.
En comparativa, el América del Norte la economía sumergida tiene un peso del 9% sobre el PIB y, si tenemos en cuenta el global de países dentro de la OCDE, el peso relativo escala hasta casi el 15% sobre el PIB.
¿Por qué existe la economía sumergida?
La economía sumergida surge cuando la economía formal impide el desarrollo económico de una actividad empresarial determinada en la que dos partes están de acuerdo en el intercambio de un bien o un servicio.
Este impedimento puede ser causado principalmente por tres motivos esenciales. El primero, vendría dado por una regulación lo suficientemente exigente para que existan incentivos para acometer esa actividad fuera de la economía formal, obteniendo una prima económica por ese riesgo legal asumido por las partes.
Los trabajadores informales constituyen la gran mayoría del empleo en el sector agrícola en los países en vías de desarrollo, en parte porque se fijan altos costes de cumplimiento desalientan la actividad del sector formal de las pequeñas empresas agrícolas.
Desde otro punto de vista y con ejemplos cercanos, lo vemos en el Código Penal en la prohibición y tráfico de determinadas drogas. También, en la imposición de un salario mínimo por parte de un Gobierno que impide a los trabajadores menos productivos acceder al mercado laboral regulado y se ven abocados a la economia sumergida.
Otro motivo, sería un esquema de impuestos lo suficientemente altos para que la percepción de tanto productores como consumidores sea tratar de esquivar la voracidad fiscal para que se pueda facilitar la transacción. Y es que en España, con un tipo general sobre el consumo del 21%, surge un incentivo claro para evitar un fuerte encarecimiento sobre la factura.
El ejemplo más común sobre cómo los impuestos perjudican es la contratación de profesionales independientes "sin factura" para ahorrarse el pago de los impuestos al consumo, aunque ello implique menos garantías en la prestación de servicios. También con la elusión fiscal de patrimonios a través de paraísos fiscales y sociedades pantallas para eludir el pago del impuesto de sociedades.
En último lugar, la carencia de unas instituciones sólidas -una característica de las economías en vías de desarrollo- que no protejan la propiedad privada motiva el auge de la economía sumergida. Hablamos de una carencia de seguridad jurídica lleva a una aplicación ineficaz de la ley.
La ley disfuncional en sus mecanismo de aplicación junto a unas instituciones que predomina la corrupción, lleva a que las empresas prefieran el mercado negro por la falta de garantías existentes en la economía formal.