Los mercados bursátiles de Europa y Estados Unidos se desplomaron con fuerza avivados por la crisis de la zona euro y el anuncio oficial del Banco de España de que el país ha vuelto a hundirse en la recesión, tal como anunciamos en marzo. El Ibex 35 perdió un 2,76 por ciento, el CAC francés cayó un 2,83 por ciento, el AEX holandés un 2,6 por ciento, mientras que el FTSE de Londres perdió un 1,85 por ciento y el DAX de Alemania batió un récord con una caída de 3,4 por ciento, equivalente a un descenso de 450 puntos en el Dow Jones.
Al otro lado del Atlántico, el Dow Jones perdió un 0,8 por ciento y en los mercados de divisas el euro se deslizó un 0,6 por ciento a $1,3107. Los mercados han negado una tregua a Europa y este hecho no solo confirma que es en España donde se está jugado el destino del euro, sino que además los mercados han comenzado a apostar a su fracaso. Esto da un giro importante a los hechos y establece que la crisis española tiene todos los ingredientes para encender una nueva depresión mundial.
Todo este descalabro demuestra que los planes de la banca y de las políticas monetarias para contener la crisis no han dado el resultado esperado, y que a su vez las políticas de austeridad están hundiendo a los países europeos. Como hemos señaldo: España ha entrado en el espiral de la muerte, y Europa mira de frente a la crisis y comienza a sentir su fuerza destructiva. Esto es porque las inexistentes perspectivas de crecimiento tienen en alerta a los inversores que han comenzado a cuestionar la capacidad de España para devolver los préstamos, y por ello los intereses de deuda pública se disparan al igual como ocurrió en su momento con Grecia, Irlanda y Portugal.
El gran cáncer de la burbuja inmobiliaria
Pero la economía española es dos veces más grande a la de Grecia, Irlanda y Portugal juntas. Y los bancos españoles con su enorme agujero de la burbuja inmobiliaria son el verdadero cáncer de la crisis española y necesitan cantidades de dinero cada vez mayores, que se hacen inalcanzables. Es el enorme agujero de la banca (y no la deuda pública) el gran problema financiero de España y el gran desafío que las autoridades se han negado a enfrentar. Los líderes europeos siguen con la majadería de la deuda pública cuando es la deuda privada el problema real. De ahí que las inyecciones del BCE o la presión del FMI para conseguir fondos adicionales resulten estériles en la creación de un cortafuegos convincente. La suma es cada vez más elevada y los costos de un rescate comienzan a tener otras repercusiones. Ademas, Italia, el otro grande europeo en problemas, tiene una economía un 50% mayor a la española. ¿Quien podrá rescatar a estos países? La verdad es que este es uno de los grandes misterios dado que nadie tiene una solución clara a la pesadilla financiera de Europa, que cada vez adquiere más fuerza.
Por eso Olivier Blanchard, del FMI, ha urgido a Alemania a aceptar los eurobonos casi como un ultimátum, aunque tal vez sea demasiado tarde tras cuatro años de crisis. La creciente recesión está implicando una caída fuerte en el consumo europeo, lo que retroalimenta la crisis hacia otras regiones por la caída de la demanda global. No hay que olvidar que la Unión Europea es un quinto de la economía mundial (casi igual que Estados Unidos) y como bloque es el mayor importador del mundo. Por eso la crisis europea traspasará las fronteras como una exportación poco usual y amenaza con sumergir al mundo en una nueva depresión económica. La crisis del desempleo masivo, cada vez más prolongado e irresoluto, es el elemento que está detrás de la caída del consumo y la demanda, porque todos los multimillonarios planes de “rescate” han sido para respaldar a la banca pero nada se ha hecho para fortalecer el empleo. Por eso, tarde o temprano, los líderes del mundo deberán asumir que el desempleo es el problema central de la economía.
En El Blog Salmón | España en recesión de nuevo ¿y si nos obsesionamos con el empleo en lugar del déficit?, España en sobredosis de dolor huele a hundimiento y rescate