El informe Draghi de 2024 confirma que las empresas españolas y europeas no han evolucionado conforme a los tiempos. A diferencia de los grandes mercados, como el chino y el estadounidense, Europa queda atrás en el ámbito tecnológico.
Esto supone un varapalo para la competitividad de todo el continente, para el cual Mario Draghi ha señalado que es necesaria una gran inversión, tanto de capital público como privado, con la que impulsar la innovación.
Europa, a la cola
En su informe, Draghi aborda una vez más algunos puntos relevantes que están ampliando la brecha entre las principales economías y Europa.
No es la primera vez que Mario Draghi señala que los países europeos necesitan invertir capital, pero este 2024 precisaba las cifras: alrededor de 800 mil millones de euros adicionales anuales (800 billones) para salir de una situación de baja productividad y crecimiento débil.
La alternativa es una Europa rezagada en el ámbito tecnológico, frente a otros países que han avanzado considerablemente y siguen siendo una fuente mayor de importación de profesionales y exportación de productos.
Además, todas estas ideas se complementan con una preocupación europea tradicional, que también sufre España, la cual está perdiendo competitividad en áreas de alta tecnología y digitalización.
Los puntos clave, para Draghi
Los puntos más relevantes del informe reflejan algunos desafíos de Europa y España en comparación con otras economías más fuertes, como:
- La falta de inversión e innovación, a causa de un mercado financiero menos desarrollado: por ejemplo, Europa tiene una carencia notable en capital de riesgo para nuevos proyectos tecnológicos
- Las dificultades para adaptar la investigación y desarrollo (I+D) en tecnología aplicada, lo que supone un abismo entre China o EEUU frente a Europa
- El informe también señala cierto estancamiento en la productividad europea (sobre todo en los sectores tradicionales: extracción, manufactura) y una menor competitividad, que pone palos en las ruedas a la innovación para impulsar el conjunto de la economía
- La legislación europea, más estricta, y las barreras legales relacionadas con la alta tecnología también merman la capacidad de Europa y España frente a otros países
Cambios de política, inversión masiva
Entre los puntos clave del informe Draghi, se proponen cambios en las políticias de competencia, que deberían facilitar la creación de empresas tecnológicas y de telecomunicaciones, pero, sobre todo, se prevé la necesidad de una inversión masiva, tanto privada como pública para impulsar la innovación.
Entre los puntos clave de Europa, Draghi considera necesaria una inversión de más de 800 billones de euros por año para liderar el campo de las nuevas tecnologías, la responsabilidad climática y mantener una independencia real frente al resto de grandes naciones.
Un dato clave para entender esto, es que mientras EEUU ha cambiado su industria en 20 años (donde lideraban Ford, Pfizer o GM, han ido creciendo Microsoft, Intel, Merck, Meta y Alphabet), en Europa ha primado el inmovilismo: con Mercedes-Benz, Volkswagen y Bosch entre las grandes marcas del continente que han invertido en I+D.
En cualquier caso, esto supone también tener presente las dificultades de crecimiento de las empresas, la adaptación a los cambios tecnológicos y las barreras legales y administrativas, lo que debe traducirse en una restructuración de las políticas industriales, e incluso en las políticas de defensa de Europa.
Para España, la situación no se ve mucho mejor. En nuestro país, la necesidad de invertir de forma masiva en innovación y productividad (sobre todo, para diversificar la economía más allá de construcción y turismo) y aplicar reformas estructurales para flexibilizar su regulación (volverse deseable como incubadora de startups y empresas tecnológicas) parece imprescindible si se quiere optar por nuevas oportunidades en inteligencia artificial y tecnologías limpias.