En España ya hay gente que debe esperar hasta los 66 años y 8 meses de edad para jubilarse

Cada vez los españoles tenemos menos tiempo para disfrutar de la jubilación. Ese sueño dorado que va desde el final de nuestro tiempo como trabajadores, al final de nuestros días. ¿Y por qué? porque cada vez es preciso trabajar más para tener una jubilación digna. Otro tema cuestionable del actual sistema de pensiones en España.

Y es que, a partir del 1 de enero de 2025, la edad ordinaria de jubilación en España se incrementará a 66 años y 8 meses, de acuerdo con las disposiciones de la Ley 27/2011.

Un cambio que forma parte de una reforma progresiva del sistema de pensiones y que busca adaptarse a las realidades demográficas y económicas del país.

Con una población cada vez más envejecida y una esperanza de vida que continúa aumentando, estas modificaciones son justificables por parte del Gobierno y de la Unión Europea para poder garantizar la sostenibilidad del sistema.

Evolución de la edad de jubilación

Desde 2013, España ha implementado un aumento gradual en la edad de jubilación. Hasta 2024, esta edad estaba fijada en 66 años y 6 meses para aquellos trabajadores que no alcanzaran los 38 años y 3 meses de cotización.

Sin embargo, a partir de 2025, este umbral se eleva en dos meses, pasando a 66 años y 8 meses. Eso sí, para los empleados que logren acreditar al menos 38 años y 3 meses de cotización, la edad de jubilación se mantendrá en 65 años.

Pero ojo, esta evolución no se detendrá en 2025. El proceso continuará hasta 2027, cuando la edad ordinaria de jubilación llegará a los 67 años para todos aquellos que no cumplan con el mínimo de cotización exigido.

¿Cuáles son los requisitos que necesitamos la cotización?

Para percibir el 100% de la pensión, será necesario haber cotizado un mínimo de 36 años y 6 meses. Este umbral es particularmente importante para quienes planean su retiro, ya que afecta directamente al cálculo de las pensiones. Por lo tanto, los trabajadores deben ser conscientes de la necesidad de completar este tiempo de cotización para evitar reducciones significativas en su pensión final.

La reforma también introduce cambios en la jubilación anticipada. A partir de 2025, los trabajadores podrán acogerse a la jubilación anticipada voluntaria con una edad mínima de 64 años y 8 meses, siempre que no alcancen los 38 años y 3 meses de cotización. Para aquellos que sí cumplan con este tiempo, la jubilación anticipada será posible a los 63 años.

En el caso de la jubilación anticipada involuntaria, los requisitos son más flexibles. Los trabajadores afectados por causas externas, como despidos o cierres de empresas, podrán jubilarse a los 62 años y 8 meses si no cumplen con los 38 años y 3 meses de cotización. Si alcanzan este periodo, la edad mínima será de 61 años.

Ojo también que estos cambios tienen un impacto considerable en los planes de los trabajadores. Las penalizaciones aplicables a la jubilación anticipada, que reducen el importe mensual de la pensión, hacen que muchos empleados reconsideren esta opción.

Más viejos y menos nacimientos

El retraso en la edad de jubilación está directamente relacionado con el envejecimiento de la población española. Según el INE, la esperanza de vida en España se sitúa entre las más altas de Europa, superando los 83 años y, además, seguirá subiendo.

Esto significa que los ciudadanos no solo vivirán más tiempo, sino que también pasarán más años disfrutando de su pensión. Por lo que para financiar estos años adicionales, es necesario aumentar las cotizaciones y prolongar la vida laboral.

Un ajuste que busca garantizar la viabilidad del sistema público de pensiones, que en la actualidad enfrenta retos significativos debido también la baja tasa de natalidad y el envejecimiento demográfico.

Pero, ¿tenemos fuerza para trabajar más años? depende del trabajador que conteste. Los hay que se sienten desmotivados ante la perspectiva de trabajar más años. Además, sectores con tareas físicamente exigentes, como la construcción o la agricultura, se plantean dudas sobre la capacidad de los empleados para mantener el rendimiento laboral hasta edades tan avanzadas.

¿Y qué está pasando en Europa?

El caso español no es aislado. En otros países europeos, la edad de jubilación también está aumentando. Por ejemplo, en Francia, el gobierno ha propuesto elevar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, mientras que en Alemania ya se proyecta una jubilación a los 67 años para 2031.

Unas medidas que reflejan una tendencia global hacia la adaptación de los sistemas de pensiones a las presiones económicas y demográficas. Comparativamente, España se encuentra en un nivel intermedio en términos de edad de jubilación, pero con uno de los sistemas más generosos en cuanto a la proporción de pensión respecto al último salario. Esto también ha generado debates sobre la necesidad de equilibrar las prestaciones para garantizar su sostenibilidad.

Adaptarse a estas nuevas realidades es clave tanto para los ciudadanos como para el sistema público, que busca garantizar su equilibrio y equidad a largo plazo.

Imágenes | Getty Images, Instagram

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