El Fondo Monetario Internacional es optimista con España: crecerá un 2,5% en 2025 pese a las tensiones geopolíticas y la guerra arancelaria desencadenada por Donald Trump.
Sin embargo, avisa: existen dos dudas sobre el futuro inminente del país que podrían rebajar de forma sustancial estas buenas previsiones. Y no solo las de este año, si no la de ejercicios venideros. Son, además, dos viejos `conocidos´ por todos: el sistema de pensiones y la situación crítica del mercado de la vivienda.
El FMI vuelve a advertir sobre la preocupante brecha entre lo que gastamos y lo que recaudamos para poder pagar las jubilaciones, una distancia que podría alcanzar el 4% del PIB para el año 2050, con solo 1,7 cotizantes por cada pensionista ya en 2030.
También la vivienda se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza. En España, el 40% de los jóvenes gasta más del 60% de sus ingresos solo en pagar el alquiler, en medio de un mercado donde construir es un proceso eternamente lento comparado con el resto de Europa.
El curioso fenómeno de la economía española en tiempos inciertos
Mientras que el FMI realiza ajustes sobre las previsiones de crecimiento de la mayoría de países europeos, España tiene un as bajo la manga: como comentamos, un producto interior bruto fuerte que crecerá este año un 2,5%.
Aunque eso sí, según el último informe de la institución, la grieta entre ingresos y gastos por jubilaciones exige reformas estructurales inmediatas y que pueden doler y mucho a los ciudadanos.
La cuestión es, ¿las llevará a cabo el actual gobierno o se esperará a unas próximas elecciones y a un posible cambio de ejecutivo para que el nuevo inquilino de Moncloa las realice?
¿Realmente España puede seguir con este modelo?
Con una deuda pública que alcanza un vertiginoso 101,8% del PIB, las comunidades autónomas tendrán que encontrar la manera de refinanciar la increíble cifra de 45.000 millones para 2025, afectando obviamente a su capacidad de inversión. El gasto en pensiones, que ahora está en el 12% del PIB, puede llegar a alcanzar al 14% en 2030, según la AIReF.
El FMI plantea una serie de caminos alternativos, buscando evitar una subida de cotizaciones. Entre ellos, ampliar el tiempo para calcular las pensiones a 35 años y fomentar que las personas mayores sigan trabajando parcialmente. Esto podría sumar 7.000 millones anuales en cotizaciones extras si se logra mejorar la participación en programas de formación laboral.
La vivienda, un eslabón débil que preocupa en la recuperación
El otro gran nubarrón: la vivienda. A pesar de que los precios reales han bajado un 23% desde los picos de 2007, la relación entre precios e ingresos se establece en 7,5 años, siendo la segunda más elevada en la OCDE, solo superada por Portugal.
La oferta de nuevas viviendas libres apenas creció un tímido 1,2% en 2024. Una cifra claramente insuficiente para la demanda existente. El Banco de España sugiere agilizar las licencias de construcción. En la actualidad, éstas se sitúan en 24 meses para poder dar luz verde a nuevos proyectos residenciales.
También aún resuena el impacto de los controles de alquiler de 2023, que redujeron la disponibilidad de viviendas en un increíble 18% en las áreas más concurridas.
El FMI desaconseja restricciones adicionales a la demanda y propone tres soluciones. Por un lado, la esperada Ley del Suelo que podría liberar 120.000 hectáreas urbanizables; multiplicar por tres el parque de vivienda socialllegando al deseado 12% del total; y simplificar hasta 57 los procedimientos administrativos que existen en la construcción de viviendas.
Estas soluciones podrían aumentar la oferta en 150.000 unidades anuales disponibles y estabilizar con ello los precios.
Lo que está claro, es que el apoyo estatal a los jóvenes compradores de viviendas no acaba de arrancar en España. En 2024 se beneficiaron 35.000 personas, apenas el 8% de los demandantes.
Las consecuencias de no actuar y dejarlo pasar
Seguir como hasta ahora y no reformar el sistema de pensiones podría implicar una carga fiscal adicional bastante importante del 1,8% del PIB anual para 2040. Y esto podría traducirse en recortes en partidas como la educación o la sanidad. E incluso tener que subir el IVA.
En cuanto a la vivienda, seguir con las políticas actuales conllevaría acumular un déficit habitacional de 550.000 unidades para 2030. Y es que, por ejemplo, solo las compras de apartamentos por turistas, absorbe hasta el 15% de las nuevas viviendas en zonas costeras, lo que crea más presión sobre los mercados locales según el FMI.
El Fondo es claro: la indecisión regulatoria en viviendas mantiene a la espera inversiones de hasta 15.000 millones de euros en sectores claves relacionados como el de infraestructuras y energías renovables que, además, podrían aportar más de 100.000 nuevos puestos de trabajo.
La hoja de ruta del FMI para España
El FMI establece siete puntos clave para gestionar las dos importantes nubes negras que tiene España actualmente:
- Conectar la edad real de jubilación con la esperanza de vida (actualmente 64,3 años versus 82,9 años de vida media)
- Fomentar contratos de relevo generacional y permitir jubilaciones parciales
- Coordinar las 21 regulaciones autonómicas en cuanto a pensiones y las 124 normas municipales en el sector de la construcción.
- Implementar estas reformas antes de 2027 para ahorrar un 0,9% del PIB anual en gasto social.
- Crear un Fondo de Suelo Estratégico con 25.000 parcelas públicas orientadas a proyectos asequibles.
- Reducir los tiempos de licitación de 24 a 9 meses y ayudarse para ello en avances en la digitalización
- Otorgar bonificaciones del 30% en el IBI para quienes liberen viviendas vacías
La fragmentación de un débil Parlamento y el lento progreso para aprobar los Presupuestos 2025, ha dejado ya proyectos clave en stand by. Y el FMI recuerda: España puede fortalecer su posición en Europa o seguir cronificando desequilibrios que le restan avanzar económica y socialmente.