Los principales factores que marcaron el giro de este indicador de actividad son la disminución de nuevos pedidos, la caída en los inventarios, así como la caída en el empleo. En todos estos ámbitos la velocidad de contracción disminuyó a su ritmo más débil en 13 meses, lo que da cuenta que comienza a llegarse al fondo o al piso de la caída. Por este motivo los próximos meses serán decisivos para comprobar si la tendencia se mantiene y pasa a un modo de expansión, y de ser así, a qué velocidad. La otra opción, también muy posible, es que quedemos atrapados en un pantano, o en las arenas movedizas de la indecición, la burocracia y la ineficiencia pública y privada.
Este hecho muestra el rol fundamental que están desempeñando las economías emergentes, especialmente China y Brasil, en este proceso de recuperación industrial. También da cuenta de la importancia que ha tenido para la industria manufacturera de países como Gran Bretaña y Suecia, la devaluación de su moneda. Este ha sido el verdadero “empujón” para las economías que dependen de las exportaciones. Para probarlo: el índice de la producción industrial de Suecia llegó en junio al 50,5 (zona de crecimiento), después del 43,7 que tuvo en mayo. La devaluación en un 17% ayudó a la economía sueca.
Lo mismo para el Reino Unido: su índice del 45,4 de mayo subió al 47,0 en junio, más de lo previsto por los expertos. Sin embargo, para otros 16 países de la zona euro el sector manufacturero ha seguido cayendo, solo que a menor velocidad. En promedio, el PMI subió a 42,6 en junio, versus los 40,7 de mayo. El caso más emblemático es Alemania, cuyo PMI pasó de 39,6 en mayo a 40,9 en junio. Este país tiene aún un largo camino que recorrer antes de regresar a un proceso de expansión.
Francia también ha vivido una fuerte disminución de la actividad económica, con 13 meses de contracción, y aunque sus datos son mejores que Alemania, no son tan buenos como los del Reino Unido: pasó de 43,3 en mayo a 45,9 en junio. Lo mismo para España, que pasó de 39,8 a 42,8, con su lectura más alta en 13 meses después de tocar un piso histórico en diciembre de 28,5. No son noticias para celebrar pero al menos para tomar nota que la caída en picada ya se detuvo. Ahora viene un largo camino para recuperar el tiempo perdido.
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