El proteccionismo está desempeñando un papel prominente en el comercio internacional durante la era posterior a la crisis. Políticas tales como subsidios a industrias locales, regulaciones de las empresas nacionales en la contratación pública, o los rescates financieros representan buenos ejemplos.
Si bien los beneficios de la liberalización del comercio en forma de de recortes arancelarios han sido ampliamente analizados en la literatura, las consecuencias del reciente aumento de las tensiones comerciales por el proteccionismo todavía no se comprenden bien.
El auge de episodios antiglobalización como las amenazas comerciales de Trump o Brexit es una fuente legítima de preocupación dados los considerables costes que pueden implicar las políticas proteccionistas.
El proteccionismo supone un coste para las exportaciones españolas
En el documento del Banco de España titulado 'The costs of trade protectionism: Evidence from spanish firms and non-tariff measures' se analiza cuál es el impacto sobre la evolución de las exportaciones españolas en un entorno de proteccionismo.
Durante el periodo comprendido entre 2008-2013 las exportaciones españolas se han visto afectadas por diversas medidas de carácter proteccionista. Algunas de ellas de carácter arancelario, pero la mayoría de ellas han tenido un carácter más legislativo. Según cita el BdE las medidas proteccionistas arancelarias serían de 542, mientras que las no arancelarias serían 5 veces más hasta las 2.778 medidas.
En la siguiente tabla se muestra los productos españoles que más han sufrido medidas comerciales procedentes del resto del mundo durante el período 2009-2013. Obviamente es probable que algunas políticas sean más influyentes que otras, y por lo tanto, un producto afectado por menos las políticas pueden ser más dañadas/beneficiadas que una con más. Sin embargo, proporciona una buena idea de qué productos son los objetivos proteccionistas de la mayoría de los países.
Desde el punto de vista de los productos, los más afectados por medidas proteccionistas son las manufacturas de hierro o acero (257 medidas), el hierro y el acero (240 medidas),reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos (154 medidas), partes de estas máquinas (154 medidas), maquinaria y equipo eléctrico y sus partes (142 medidas), vehículos que no sean de ferrocarril ni de tranvía, y sus partes y accesorios (119 medidas).
¿Y las medidas proteccionistas tienen costes sobre la dinámica de exportaciones? El informe señala que perjudica claramente las exportaciones. Por ejemplo, si la tasa media de crecimiento en exportaciones a nivel empresa-producto-país para el año 2010 fue de 6.5%, los productos más perjudicados por las medidas proteccionistas no arancelarias disminuyen entre 2,4 y 4,8 puntos porcentuales el crecimiento.
En el siguiente gráfico se muestra la evolución real de las exportaciones nominales de 2009 a 2013 junto con la evolución en ausencia del proteccionismo comercial. Mientras que el crecimiento real fue de alrededor del 11% anual, si se deja de imputar los costes del proteccionismo sobre el crecimiento de las exportaciones, veríamos que habrían crecido alrededor del 14% anual.
El proteccionismo 'made in spain'
España no es ajena al proteccionismo... Es más, la legislación española trata de proteger diferentes industrias del país en detrimento de la competencia extranjera. Vamos a ver algunos ejemplos sobre cómo la mano política premia a los sectores nacionales.
Las empresas constructoras estadounidenses señalan que no han podido obtener contratos públicos de construcción en España, aunque no han alegado específicamente una discriminación sistemática contra ellas por parte de las autoridades españolas. Las contrapartes españolas han ganado muchos grandes contratos públicos de construcción en los Estados Unidos, lo que ha llevado a empresas estadounidenses muy competitivas a preguntarse por qué no tienen el mismo éxito en el mercado español.
Las constructoras españolas han estado vinculadas estrechamente tanto con la financiación irregular de grandes partidos políticos y además, al encarecimiento de diferentes proyectos presupuestados de obra civil. Todo este clientelismo, lo soporta directamente el contribuyente con una menor utilidad por sus recursos.
También lo podemos ver en el sector del taxi. Un sector que se encuentra en plena trasformación ante la penetración de actores como Uber y Cabify. El taxi reclama al poder político que el sistema de licencias establecidas para las VTC cumpla la regla 1/30 (una licencia VTC por 30 de taxi). En otras palabras, limitar la oferta máxima en el mercado de transporte, lo que se traduciría en que el usuario final tiene menores opciones a un diferencial de precio mayor.
La ley obliga a los organismos de radiodifusión españoles a reservar el 51% de su tiempo anual de emisión para producciones audiovisuales europeas (AV). Como ya comentamos en el artículo 'Cerrar RTVE es la mejor solución para todos', los operadores de televisión también están obligados a contribuir con el 5% de sus ingresos anuales a la financiación de películas y el 60% de la "cuota de inversión" se gasta en producciones audiovisuales en una de las lenguas oficiales de España.
En último lugar, la banca, probablemente el sector más regulado que existe de todos los que se puedan analizar. En los años de crisis, el contribuyente español se dedicó a rescatar las cajas de ahorros del país, dedicando 54.353 millones de euros. Actualmente, se ha estado promoviendo la concentración de la banca -el último movimiento fue la fusión de Bankia con BMN-, lo que disminuye las alternativas para la financiación creando un sector de pocos competidores y con una amplia concentración de riesgos.