Según estas fuentes, son varios los indicadores económicos que permiten ser optimistas. Sin embargo, no estaría de más recordar que el paro en nuestro país sigue por encima del 25 %, la deuda pública roza el 100 % del PIB y el déficit público no termina de ajustarse. La información que lanzan estas tres magnitudes es clara: la crisis aún no ha terminado. Nuestros políticos han de ser responsables y no dar motivos de más para la alegría. Su obligación es interpretar la realidad económica con mucha cautela. Nada de lanzar las campanas al vuelo y dar esperanzas desproporcionadas a la población si no queremos que el batacazo luego sea de proporciones gigantescas.
No en vano, por mucha parafernalia con la que disfracemos estas nuevas previsiones de crecimiento, no debemos olvidar que la cifra sigue siendo muy reducida y posiblemente no sea suficiente como para generar empleo a un ritmo mucho mayor del que se destruye. Por desgracia, aún quedan años difíciles, sobre todo en materia de desempleo.
Vía | Expansión En El Blog Salmón | Morgan Stanley también mejora sus previsiones sobre España y Funcas mejora tímidamente sus previsiones económicas Imagen | La Moncloa