El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acaba de llamar la atención al presidente del Banco Central Europeo (BCE) por haber respondido a una pregunta en su reciente rueda de prensa.
La respuesta daba a entender que la próxima decisión de la BCE probablemente será para subir el nivel de intereses y, como consecuencia, hizo saltar los niveles de interés europeos.
Como el Sr. Rodríguez Zapatero dice que no quiere interferir en la independencia de la BCE, supongo que no quería influir sus decisiones. Por lo tanto, se supone que lo que pedía es que Sr. Trichet se quede calladito hasta que el BCE tome su decisión y luego anunciarla.
En la política monetaria, y en los mercados en general, lo peor que puede pasar es que haya sorpresas y sustos en los anuncios. En esos casos, las reacciones de los mercados son mucho más volátiles.
Los presidentes de los bancos centrales como norma dan pistas de cómo están pensando para que, cuando toman sus decisiones, no hay sorpresas y así los mercados tienen ya asumido lo que pasa.
Si lo que quiere Sr. Rodríguez Zapatero son movimientos en los mercados financieros menos volátiles debe dejar a Sr. Trichet hacer su trabajo y quedarse el calladito.
A Jean-Claude Trichet se le puede criticar, como he hecho en estas páginas, pero por exactamente lo contrario de lo que dice Sr. Rodríguez Zapatero. Su falta de rigor en el control de la inflación nos ha llevado a donde estamos y que ahora esté haciendo lo que está haciendo, bastante tarde por cierto, no debe ser criticado.
No decir nada o no dar pistas y luego anunciar una subida de intereses causaría mucha más inestabilidad y volatilidad en los mercados, precisamente lo que no le gusta al Sr. Rodríguez Zapatero.
Vía | Público En El Blog Salmón | El IPC esconde muchas variaciones, La inflación se dispara y Jean-Claude Trichet dice que quiere combatir la inflación