Ya se está hablando de que ZP cometió un grave error al no convocar elecciones anticipadas en el pasado otoño, pues la crisis subprime internacional todavía no había afectado mucho a las cuentas y el parón en la construcción no había descalabrado mucho las cifras del paro. Pero la desaceleración ya está aquí y no es un buen momento para presentarse a las elecciones para revalidar mandato.
Sin embargo a mi me parece un buen momento, ya que no se hablará de temas superficiales en la campaña, como a mi me parecen las reformas estatutarias, sino de qué reformas hay que hacer a la economía para que España siga creciendo, dando por hecho que el sector del ladrillo no puede seguir tirando de la economía.
La respuesta fácil que darán los partidos posiblemente será una rebaja de impuestos, pero esto no es suficiente, ya que a pesar de que a todo el mundo se le llena la boca de las bajadas de impuestos, los ayuntamientos están subiéndolos debido a que no pueden mantener los servicios que han desplegado en los últimos años recaudando mucho menos por el parón de la construcción. Una rebaja de impuestos del Estado no afecta tanto al bolsillo si las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos los suben por otro lado.
España necesita algo más. Montar una empresa debería ser muy fácil y barato, así como su gestión hasta que alcance cierto tamaño. Debería ser también fácil y barato que un trabajador por cuenta ajena pueda ser a la vez autónomo. Un autónomo que empieza, con ingresos muy bajos, no debería tener que pagar un mínimo a la Seguridad Social, más bien un porcentaje de sus beneficios. Es decir, debería fomentarse que la gente montara empresas de una forma más sencilla, ya que la mejor forma de crear empleo y controlar la inflación son precisamente las empresas pequeñas y la competencia.
Pero tengo la impresión de que ningún partido va a ser capaz de proponer reformas concretas, simplemente bajadas de impuestos y un ambiguo "si salgo elegido ya veréis que reformas más chulas hago, pero hasta que no salga no digo cuales".