Se están oyendo muchas críticas a la medida del Gobierno de que los autónomos menores de 35 años coticen solo 50 euros al mes (en lugar del mínimo de 250 euros actual) durante los primeros seis meses. Pero para mí la idea es excelente y tendría que haberse hecho hace mucho más tiempo.
Es completamente absurdo que para trabajar por cuenta propia haya que pagar 250 euros al mes. Eso es un desincentivo brutal a montar pequeños negocios que en un principio pueden ser de subsistencia. El simple hecho de querer tener una pequeña actividad es imposible en España. Se me ocurren muchos ejemplos: un estudiante que quiera hacer alguna tarea para sacarse un dinerillo; una persona que prefiere hacer trabajos a ratos y ganar poco dinero que cobrar el sueldo mínimo trabajando 40 horas a la semana; alguien que quiere poner en marcha una idea que requiere poco capital y que por tanto le puede echar para atrás las cuotas de la seguridad social.
Las cuotas de autónomo me parecen un gran desincentivo no sólo a los emprendedores, sino a la innovación. Y aunque pueda parecer que el coste es insignificante habría que preguntarse si en un entorno como el actual, donde la obtención de financiación es muy complicada, 3000 euros al año es significativo o no.
Ahora bien, la medida, aunque me parece buena (la mejor que ha aprobado el Gobierno hasta la fecha) tiene mucho recorrido de mejorar. Primero, ¿por qué sólo para los menores de 35 años? ¿Si tienes 36 ya se supone un cierto capital inicial? Muchos dirán que hay que poner el corte en algún sitio, y estoy de acuerdo. Pero ese corte no debería ser edad sino ingresos. Es decir, si monto un negocio y ese negocio empieza a dar sus frutos, entonces debería haber cuotas elevadas, nunca antes. Si el negocio se va a pique que nunca sea porque no logra generar beneficios suficientes para pagar la cuota de la Seguridad Social.
Tampoco veo bien que haya un horizonte temporal de seis meses. Es como si quisieran decir: si en seis meses no funciona eres un fracasado. Seguramente esto se haya hecho para evitar fraudes, es decir, que empresarios contraten a autónomos en lugar de a trabajadores ahorrándose unos costes muy importantes (esto ya se hace, pero si fuera a 50 euros en lugar de 250 euros sería todavía más pronunciado). La solución a este problema es la misma que antes, que la cuota sea proporcional a los ingresos.
Yo propondría cambios más profundos, y es que la Seguridad Social no sea una caja independiente (ya que al final con la compra de bonos las cajas se mezclan) y que no tenga un impuesto específico al trabajo, que es un desincentivo. Debería haber una reforma impositiva radical en España.
En El Blog Salmón | Emprender a 50 euros; menos da una piedra, Ministra Báñez: el lugar para anunciar los 50 euros para emprendedores es el BOE, no La Razón