Gastamos, gastamos y seguimos gastando. Esta parece ser la tónica habitual del Gobierno de España pero ¿hasta cuando va a ser posible asumir el poder pagar tantos millones de euros? Otro de los gastos inflados que debería preocupar a las cuentas del ejecutivo es el de las incapacidades temporales. Una cifra que no deja de crecer y alcanza cuotas realmente preocupantes.
El gasto en prestaciones por incapacidad temporal en España se encuentra en niveles alarmantes y, encima, con un presupuesto que no deja de desviarse significativamente respecto a lo planeado.
Este aumento constante en las cifras refleja una problemática que afecta directamente a la sostenibilidad económica de la Seguridad Social y plantea serios interrogantes sobre la gestión del sistema sanitario y laboral.
Para ponerlo en perspectiva, en 2018 el coste total de las prestaciones por incapacidad temporal se situaba en 7.890 millones de euros. Sin embargo, en solo cinco años, esta cifra ha crecido de manera desorbitada. En 2023, los datos acumulados muestran un gasto que alcanzó los 14.000 millones de euros, superando en 2.400 millones lo presupuestado inicialmente. Este desvío presupuestario es un claro indicador de que la gestión y control de estas prestaciones no se están alineando con las proyecciones previstas.
Un crecimiento del 17% en 2024
El aumento del gasto no parece frenarse. En los datos acumulados de 2024 hasta septiembre, las prestaciones por incapacidad temporal ya muestran un incremento del 17% respecto al mismo periodo de 2023, según los informes de ejecución del presupuesto del sistema de Seguridad Social.
Para que os hagáis una idea, en 2018 se pagaban 7.890 millones por prestaciones de incapacidad temporal. Marea eh.
— Hijo del doblete (@nacidoatleti) November 18, 2024
Esto significa que el gasto ya ha sobrepasado el total presupuestado para todo el año. Si la tendencia actual se mantiene, el gasto al cierre de 2024 podría superar los 16.500 millones de euros, una cifra que pone en evidencia la magnitud del problema.
Pero, ¿qué está ocurriendo? El crecimiento del gasto en incapacidad temporal responde a varios factores. Por un lado, las bajas por incapacidad temporal han aumentado significativamente en los últimos años, tanto en duración como en frecuencia.
Las condiciones relacionadas con la salud mental y el agotamiento laboral, así como enfermedades crónicas, están contribuyendo al repunte de estas cifras. Aunque, eso sí, algunos sectores ya denuncian la falta de controles más estrictos para evitar fraudes o abusos en el sistema, lo que podría estar generando un aumento en el coste total y del que nadie parece poner nada en claro.
También tiene que ver el que España cuenta con una población activa más envejecida y que está más expuesta a problemas de salud, lo que incrementa las solicitudes de prestaciones por incapacidad temporal.
La evolución del gasto en 2024
Según los datos recogidos hasta septiembre de 2024, el gasto en incapacidad temporal alcanza ya los 11.878 millones de euros, superando con creces los 11.764 millones presupuestados inicialmente para todo el ejercicio. Esto refleja una planificación claramente insuficiente, ya que a falta de tres meses para el cierre del año, los gastos ya desbordan las previsiones. Este fenómeno no es nuevo, pero la magnitud de los incrementos es, cuanto menos, preocupante.
En comparación, en 2023 el gasto acumulado a septiembre era de 10.113 millones, lo que supone un aumento interanual de 1.765 millones de euros en este mismo periodo. Este incremento no solo refleja un desajuste en la gestión de los recursos públicos, sino que también pone en entredicho la capacidad de la Seguridad Social para manejar estos desvíos sin comprometer su sostenibilidad.
Y es que, si el ritmo actual de gasto se mantiene, es muy probable que se cierre el año con cifras superiores a los 16.500 millones de euros, consolidando un aumento de más del 110% respecto a 2018. Este crecimiento exponencial genera una presión significativa sobre el sistema de Seguridad Social, que además debe enfrentar el aumento de otros gastos, como pensiones y subsidios, en un contexto de tensiones económicas.
La sostenibilidad del sistema en entredicho
Este aumento del gasto plantea preguntas importantes sobre la sostenibilidad del sistema de incapacidad temporal y del conjunto de la Seguridad Social. Aunque estas prestaciones son esenciales para proteger a los trabajadores en situaciones de vulnerabilidad, el nivel actual de gasto puede volverse insostenible a largo plazo si no se aplican reformas o medidas correctivas.
Entre ellas, incrementar la supervisión de las bajas podría reducir abusos y garantizar que solo los casos justificados accedan a estas prestaciones. A su vez, que se invierten en programas de salud laboral y bienestar en las empresas, lo que podría reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con el trabajo.
Revisar los modelos de cálculo y previsión presupuestaria ayudaría a ajustar las proyecciones a las realidades demográficas y laborales actuales permitiría planificar mejor el gasto y evitar desvíos tan significativos.
El desbordamiento del gasto en prestaciones por incapacidad temporal en España evidencia un problema estructural que requiere atención inmediata. Si bien estas prestaciones son un pilar fundamental del sistema de protección social la cuestión es, ¿hasta cuándo puede seguir aumentando sin que ocurra aparentemente nada?
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