A mi esto me recuerda la historia del palo y de la zanahoria, no me preguntéis por qué. Quizás sean los brotes verdes que la ministra Báñez asegura ver o quizás, como señalé antes, nuestro Gobierno maneje unos indicadores que el resto de la raza humana desconoce. De una u otra forma, lo que parece claro es que la tormenta financiera que ha azotado a nuestro país durante el verano parece haber aminorado su fuerza. Con una cuarta parte de la población activa parada, el consumo hundido, una bola de nieve crediticia que no para de crecer y la esperanza en el futuro perdida, cuesta creer que verdaderamente España pueda salir del agujero en que se encuentra inmersa sin la ayuda de nuestros vecinos europeos. Y bueno, lo de ayuda considérenlo un eufemismo. El desembarco de los hombres de negro en nuestro país sería más un castigo a las clases medias que una solución. Si no lo creen pregúntenle a griegos y portugueses.
La cuestión que me ha empujado a escribir este artículo no es otra que la siguiente: ¿nos hemos salvado del rescate? Tal vez si nos fijamos en los 18.000 millones en deuda que hemos colocado, el tirón de las exportaciones, el superávit de la balanza comercial o el "apaño" hecho al sector financiero, alguno podría pensar que sí, que los deberes están hechos y que algunos brotes verdes haberlos haylos. Sin embargo, ¿es esto real o tan sólo un cúmulo de deseos sobre una base inconsistente?
Por un momento vamos a ignorar los 150.000 millones de euros en deuda que el Gobierno tendrá que refinanciar el año próximo y la cruz en forma de desempleo que nos ha tocado vivir. Si la confianza de los mercados internacionales vuelve a nuestro país, la prima de riesgo se relaja y el desapalancamiento del sector público, familias y empresas continúa durante los próximos meses, ¿subsistiremos sin recurrir al rescate? Se admiten apuestas.
Vía | Expansión En El Blog Salmón | Ahora sí, ahora no. El cuento del rescate a España, El Gobierno y sus previsiones: ¿El resto del mundo está equivocado? y El "rescate preventivo", buena idea Imagen | Mariano Rajoy Brey