Está claro que dar tu tarjeta de crédito a manos desconocidas durante unos minutos, que es lo que hacemos continuamente en un restaurante o en una tienda, no es precisamente la forma más segura de llevar los negocios personales, y casi todos lo hacemos sin pensarlo.
Otra cosa relacionado con la utilización de las tarjetas de crédito para efectuar nuestros pagos, y en que no pensamos casi nada, es la información que estamos ofreciendo a las empresas financieras que gestionan estas tarjetas.
En Estados Unidos, estas empresas financieras están utilizando esta información de donde y qué compramos para influir sus decisiones sobre el riesgo de ese cliente.
Si fuera sólo que utilizan esta información para saber que productos y servicios estamos comprando para sacar pistas y para promocionarnos otros productos y servicios, quizás nos preocuparía menos.
Que estén utilizando esta información para evaluar qué clase de personas somos, qué problemas personales podemos tener y qué problemas futuros les podremos dar, preocupa más.
No se si hoy los bancos europeos están utilizando la información que tienen sobre nuestras compras de la misma forma pero, si no lo están haciendo, llegará.
En estas páginas he argumentado que es normal que empresas utilicen el máximo de información para ayudarles en la toma de sus decisiones empresariales. ¿Es esta información válida también?
Vía | Business Week En El Blog Salmón | Apenas hay pagos por el móvil, ¿problema de confianza? y Las tarjetas no son 100% seguras