En solo 10 días, la plataforma de pagos Redsys ha sufrido dos caídas importantes, las cuales han provocado una paralización en los sistemas de pago mediante tarjetas TPVs, transferencias y Bizum. Pese a que todos los bancos no se han visto afectados del mismo modo, esta situación tan crítica sirve para poner en valor al dinero en efectivo, capaz de mantener el pulso económico de un país en épocas de crisis o frente a ciberataques masivos.
El servicio Redsys actúa como intermediario de más de 60 bancos, entidades de crédito y cajas de España, permitiendo transacciones con token, pago telefónicos, por email y por SMS. Así pues, en vísperas del Black Friday, muchos usuarios vieron paralizada su actividad durante varios minutos, restableciéndose el servicio a las 00:10 horas.
La caída del pasado 23 de noviembre se suma a la anterior sufrida el 18 de noviembre, ocurrida entre las 13:10 horas y las 15:00 horas. Aún se desconocen los motivos exactos de lo sucedido en ambos casos, pero desde la propia plataforma se apunta a problemas técnicos internos y no a ciberataques. En caso de sufrir un hackeo masivo, serían millones los usuarios y empresas de todo el mundo que dejarían de operar, quedando prácticamente países enteros paralizados.
Redsys asegura que ambas incidencias fueron puntuales, fortuitas e independientes entre sí, siendo la primera vez en 12 años de trayectoria. Además, se defiende asegurando que su sistema potente le permite replicar la tecnología de pagos en distintas zonas geográficas, garantizando la activación automática en las zonas no afectadas para recuperar el sistema en el punto con problemas.
Aunque la compañía ha pedido disculpas públicamente a todos los clientes y entidades financieras afectadas, se calcula que la incidencia del 18 de noviembre afectó al 2,5% de las operaciones electrónicas de pago realizadas en España, mientras que la de la noche del jueves 23 de noviembre repercutió en el 1,7% de las operaciones.
La última edición del Barómetro de Uso de Tarjetas para Particulares de Mastercard, realizado por Inmark Europa para Mastercard España, concluye que el 84% de los españoles realizaron sus operaciones de banca en 2022 a través de Internet y móvil. Supera con creces las cifras de 2021, que representaban un 77%. De hecho, solo el 11% de los españoles con acceso a Internet no hace uso de éste para gestiones online.
De igual modo, el Banco de España concluye que el 36% de los españoles ya emplea Bizum para pagar, de tal modo que cuatro de cada diez empresas admiten este método de pago por aplicación como lícito en sus operaciones.
Dependencia del dinero en efectivo
Pese a ser un suceso aislado y que seguramente tardará mucho tiempo en repetirse, la dependencia al dinero electrónico hace cuestionar el rumbo que vienen tomando las transacciones financieras en todos los ámbitos. La actividad económica de un país no se puede paralizar por una caída tecnológica masiva, ya fuese como consecuencia de un ciberataque o de una simple incidencia técnica.
Por todo ello, la única solución es llevar dinero en efectivo. Como se puede leer en el mensaje de Paloma Llaneza en Twitter, la conclusión es clara, y es que todo sistema precisa de un respaldo cuando es crítico, de ahí que el dinero en efectivo no pueda desaparecer.
Pese a los cambios en los hábitos sociales, la OCU señala en un informe, partiendo de un estudio del Banco de España, que el 82% de la población se manifiesta en contra de la desaparición del dinero en metálico, consolidándose como el método de pago más utilizado en el país seguido de las tarjetas de débito y crédito.
De igual modo, el 99% de la población española sigue usando el dinero efectivo, haciéndolo 3 de cada 5 de forma diaria. Conforme se aumenta en edad, la importancia del dinero en efectivo también es mayor: 43% entre los más jóvenes frente al 71% entre los mayores de 54 años.
Además de por ser un valor en activo, que da seguridad al llevarlo encima y permite su control en todo momento, es un método de pago que nunca falla, pese a fallos técnicos o problemas de operatividad. El 47% valora que ofrece mayor privacidad que otros medios de pago, mientras que el 13% destaca su plena disponibilidad.
Desde el Banco de España se alega que el dinero en efectivo es una vía segura frente a la ciberdelincuencia, el fraude y la falsificación. Al ser dinero del Banco Central, no implica riesgos financieros ni para el pagador ni para el receptor. Además de asegurar plena libertad y autonomía, es un método inclusivo que garantiza los pagos a personas con acceso limitado a métodos electrónicos.
La estabilidad de los sistemas de pago electrónicos queda en entredicho. De ahí la importancia de contar con sistemas robustos que garanticen la continuidad del servicio pese a problemas inesperados. Lo que está claro es que se precisa de un reforzamiento de la infraestructura tecnológica y de implementar medidas preventivas frente a futuras disrupciones en los servicios de pago. En caso de ser un problema permanente en el tiempo como un ataque cibernético procedente de un país hostil, la situación podría ser mucho más grave.
La respuesta del Banco de España
Redsys ha sido llamada por el Banco de España para solicitarle informaciones detalladas, mientras que la Confederación Nacional de Pymes (CONPYMES) ha solicitado la realización de una auditoría externa con carácter de urgencia. El objetivo es evitar, y más en plena inflación y reducción de la demanda de los consumidores, que vuelva a producirse una caída a gran escala.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, aseguró que la caída del 18 de noviembre se debía a una cuestión tecnológica, y no a un ciberataque, aunque la seguirían de cerca.
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