Una desaceleración mayor a lo esperado en el crecimiento económico de China se vivió en el segundo trimestre del año añadiendo nueva incertidumbre a la economía mundial. La fuerte dependencia del resto del mundo sobre la estabilidad económica China obliga a seguir todo lo que ocurra en el gigante asiático con cautela. De su estabilidad depende la demanda de las materias primas de los países emergentes, que a su vez permite a éstos adquirir los productos de las economías avanzadas. En esta cadena, China se ha convertido en el eslabón central, y una caída en su demanda puede sentirse en todo el planeta. Así ha ocurrido con el precio del Petróleo.
Durante el primer semestre del año, el crecimiento de inversión urbana en activos fijos descendió ligeramente y los datos sobre el PIB y la producción industrial confirman una desaceleración, especialmente en la industria pesada, tras el rápido ritmo de expansión de principio de año. Este descenso se debe en gran parte a la desaceleración de la inversión producto del término de los planes de estímulo iniciados el año pasado. El gobierno señala que si son necesarios más planes de estímulo, se aplicarán. Pero no es tan simple.
Los datos muestran que el PIB chino se expandió en un impresionante 11,1 por ciento interanual en los primeros seis meses del año, de acuerdo al informe de la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE) entregado ayer. Pero su crecimiento bajó a 10,3 por ciento en el segundo trimestre desde 11,9 por ciento en el primero. La producción industrial aumentó en junio un 13,7 por ciento interanual, 2,8 puntos porcentuales por debajo del 16,5 por ciento de mayo, y 1,3 puntos porcentuales menos en comparación con abril. Se trata de cifras altas, pero que van en declive. Por eso todo el mundo está alerta.
La desaceleración de la economía China se atribuye al ajuste del sector inmobiliario y al control del crédito, producto de los temores de sobrecalentamiento que circularon a principios de año. Pese a que la economía puede seguir debilitándose y hacer que el crecimiento caiga al 8% en el cuarto trimestre, la economía china tendrá un crecimiento anual promedio de 10% para este año, bastante por encima del objetivo fijado por el gobierno del 8%.
Si las cifras de crecimiento siguen siendo sólidas, ¿donde está el problema? Al parecer los temores del mercado responden a este suave aterrizaje que busca producir China en su economía para estimular su demanda interna. China debe aumentar su consumo interno y hacerse menos dependiente del resto del mundo al nvel que lo es hoy por la vía de las exportaciones. Esta reforma es la que espera a China, y con ella el resto del mundo puede salir debilitado.
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