El mercado de los coches eléctricos se enfrenta a un cambio claro de tendencia. El dominio imperante de Europa y EEUU durante los últimos años va perdiendo peso en pro de China, que en 2023 logró dominar el sector a nivel mundial. Su producción alcanzó el 69% del total gracias a sus bajos costes de producción y a la venta de modelos que pueden llegar a los 10.000 euros. Estos niveles de competencia preocupan a muchos fabricantes, especialmente a Tesla, algo que ha expresado públicamente Elon Musk.
En la conferencia con inversores celebrada recientemente, el CEO de Tesla alertó sobre los riesgos que supone la industria china del automóvil eléctrico. Todo ello dependerá de las tarifas o barreras comerciales que se impongan.
Según datos del Foro Económico Mundial, el 64% de la producción total de vehículos eléctricos se queda en China, siendo sus ventas estimadas durante 2022 del 59% a nivel global.
China en el punto de mira europeo
La Comisión Europea se encuentra investigando los supuestos subsidios que están recibiendo los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, analizando si esta situación puede plantearle ventajas competitivas. De ser así, la UE podría acabar imponiendo impuestos más elevados para los vehículos eléctricos chinos importados en Europa.
Las empresas chinas se benefician ampliamente de su control sobre la cadena de suministro de baterías para VE y del apoyo gubernamental en la construcción de redes de recarga. Así pues, empresas de VE como CATL y BYD toman una ventaja significativa en el mercado gracias a la inversión gubernamental.
En Europa existe una feroz competencia por intentar reducir el precio de los vehículos eléctricos. Así es como Renault ha anunciado que pretende recortar un 40% el precio de sus coches eléctricos, para equipararlos al de los que usan combustibles fósiles, y Stellantis, con el SUV Citroën e-C3, desde 23.300 euros.
El problema radica en que China domina el mercado de las materias primas para la fabricación de baterías en un 90%. Así es como se han buscado colaboraciones como la construcción de una planta europea entre Stellantis y CATL (el fabricante chino más importante junto a BYD). De este modo, si los fabricantes europeos no redujesen los costes, se verían dominados por el poder chino.
El declive de Tesla
Tesla parece ser la única empresa de VE capaz de plantarle cara a la emergente BYD, aunque el valor de sus acciones ha caído en picado y recientemente ha anunciado un desplome significativo del 8%, perdiendo unos 80.000 millones de dólares de valor de mercado.
Durante el último trimestre de 2023, Tesla reportó ganancias de 71 centavos por acción, por debajo de las estimaciones que esperaban 73 centavos por acción de media. Además, los ingresos experimentaron un crecimiento muy modesto del 3%, hasta los 25.170 millones de dólares, siendo la tasa de crecimiento más lenta de los últimos tres años.
Pese a que sus márgenes de beneficios fueron del 17,6% en 2023, una cifra inferior al 23,8% del año anterior, Tesla se encuentra esperanzada con la producción del nuevo vehículo de nueva generación en Texas, que comenzará en la segunda mitad de 2025.
Con respecto a los ingresos netos, Tesla informó de una reducción del 39% en el último trimestre de 2023, llegando a los 2.480 millones de dólares. Además, el margen EBITDA ajustado también presentó una disminución de 6,5 puntos hasta el 15,7%.
BYD supera a Tesla
El éxito de BYD reside en su enfoque hacia la asequibilidad, ofreciendo vehículos eléctricos a precios más bajos en comparación con los modelos Premium de Tesla. El BYD Seagull, con un coste de 73.000 yuanes (unos 10.000 euros), se ha convertido en el cuarto vehículo eléctrico más vendido del país asiático.
Su fundador, Wang Chuanfu asegura que ha logrado vender más coches durante el último trimestre de 2023 que Tesla. Una tendencia que desde hace tiempo el propio Musk veía venir.
En 2023, Tesla logró entregar 1,8 millones de vehículos eléctricos, registrando en el cuarto trimestre un récord de 484.507 entregas (un crecimiento de casi el 130% en los últimos cinco años). No obstante, sigue por detrás de BYD, que batió un récord mundial de 3 millones de ventas.
Pese a que Musk pide más barreras comerciales para los coches eléctricos chinos, Tesla cerró el año con 1.808.581 coches entregados, mientras que BYD solo vendió 1.574.822. Donde la entidad china gana peso es los vehículos híbridos enchufables.
Llama la atención que Musk ya solicitó en 2019 exenciones arancelarias para Tesla a la Oficina del Representante de Comercio de EEUU relativas a la guerra comercial que mantenían EEUU y China. No obstante, por el momento, solo Francia se ha posicionado en contra de los eléctricos chinos, dejando desde el pasado 15 de diciembre sin ningún tipo de ayudas al 30% del mercado en el país.
El revuelo de MG y Xiaomi
La marcha china MG está presionando a sus principales competidores en Europa. En noviembre presentó una rebaja para su MG4, un compacto 100% eléctrico que puede ser adquirido por poco más de 18.000 euros, con autonomía de 711 kilómetros.
Por su parte, Xiaomi ha puesto en el mercado su nuevo coche eléctrico Xiaomi SU7. El Xiaomi SU7 se ha desarrollado en poco más de 1.000 días, siendo la primera apuesta del grupo para convertirse en el principal fabricante de vehículos eléctricos del mundo en un plazo máximo de cinco años. Se espera que los primeros modelos se entreguen en febrero de 2024.
Sus cifras récord pretenden competir en motores, baterías y proceso productivo con Tesla. Sus motores HyperEngine V6 y V6S permitirán rendir a 220 kW y estructura de 400V y a 495 kW y rendimiento de 21.000 rpm, respectivamente. Además, en 2025 pretende lanzar el HyperEngine V8s, un motor capaz de girar a 27.200 rpm (425 kW) e incluso un último motor que alcanzaría un rendimiento de 35.000 rpm.