La situación por la que parece atravesar China ha puesto en alerta a las actividades empresariales que realizaron en su momento una poderosa inversión en el país asiático. Fueron muchas las compañías internacionales que apostaron por China y que esperaban que la apertura de su economía fuera una realidad después de las restricciones acaecidas por motivo de la pandemia de la Covid-19.
El futuro esperado era un impulso económico que recordara aquel momento histórico cuando China se recuperó de la crisis financiera que asoló a todo el mundo en el 2008. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, y es que China continua inmersa en una crisis económica que afecta a muchas empresas del sector del lujo.
La situación económica que está pasando el gigante asiático ha puesto en tela de juicio el futuro de estas compañías y del mercado en general, y todo parece indicar que las consecuencias están a la vuelta de la esquina. Con el empeoramiento de la situación, se espera que las marcas más importantes escapen hacia otros mercados que les aporten una mayor seguridad.
La economía china en tela de juicio
El país asiático se encuentra atravesando una difícil situación financiera y es que los impagos, la deuda, la situación demográfica y la deflación son los cuatro puntales que sostienen esta crisis que parece que pocos resistirán. Además aunque el PIB de China aumentó un 2,2% en el primer trimestre del año, frente al escaso 0,6% de finales del pasado año, el segundo trimestre ofrece expectativas mucho más nefastas, y es que se ha situado en un 0,8%.
El sector inmobiliario es uno de los principales motores de la economía de China, y es que supone entre el 25% y el 30% del PIB del país. La crisis en la que se encuentra está llevando a consecuencias nefastas para el sector y para la economía.
En relación con esto, el banco central de China ha tomado medidas al respecto, desarrollando un paquete de ayudas para los hipotecados. El gobierno realizará rebajas en los intereses y las cuotas de entrada necesarias para poder acceder a una vivienda, fomentando así un desarrollo estable y saludable del sector.
El problema demográfico es otra realidad, y es que la población activa envejece y comienza a desaparecer. China atraviesa una crisis demográfica que está conllevando a un desajuste del empleo.
La deuda y la deflación completan la situación del riesgo del país. Lo cierto es que los gobiernos regionales se han endeudado empleando para ello la venta de terrenos para garantizar su fuente de ingresos por lo que con la caída del sector inmobiliario esta opción se antoja complicada. Y la situación se empeora con el IPC, el cual cayó en el mes de julio en un 0,3% interanual.
Caída del mercado del lujo
La situación financiera del país asiático parece que preocupa a todos, y eso incluyo a las grandes firmas. Ya en el pasado año 2022 la venta en China de los artículos considerados de lujo experimentaron una caída interanual del 10%, frenando así la buena racha de crecimiento.
El panorama de crisis económica del país afecta a todas las categorías del lujo, incluyendo también las ventas por el mercado online. La crisis parece afectar a todos los sectores por igual, tales como la venta de productos de belleza, el de los relojes o la moda.
Lejos quedan las cifras del año 2019 cuando las compañías del sector del lujo generaban unas ventas de 64.200 millones de euros y contaban con unos márgenes de hasta el 40%. En estos años prepandémicos los consumidores chinos adquirieron artículos de lujo por valor de unos 114.300 millones de euros.
Entre los años 2019 y 2021, las marcas de lujo se duplicaron en el país asiático, con un crecimiento medio anual del 46%. De cara al 2022, y pese a las restricciones por el Covid-19, las cifras consiguieron mantenerse por encima de las que había antes de la pandemia, rozando los 58.377 millones de euros.
Ahora, un año después el lujo está de capa caída y a consecuencia de la crisis de China ha perdido 90.000 millones en Bolsa en un solo mes. Marcas de éxito mundial como Louis Vuitton, Gucci, Christian Dior o Fendi están viviendo muy de cerca la crisis que atraviesa el país. Las acciones de Hermès Internacional cayeron hasta el 5,5%, las de Louis Vuitton sobre el 4% o las de Gucci más del 2%.
El mercado de los relojes es el que lleva el descenso más destacado, con una caída de las ventas situada entre el 20% y el 25% comparado con los datos del año 2021. Por su parte, la moda o los productos relacionados con el estilo de vida han señalado un descenso de entre el 15% y el 20%, y el sector de la joyería una contracción de entre el 10% y el 15%.
La caída de las ventas de los productos de lujo es una realidad, una consecuencia directa de la pérdida de confianza de los consumidores y sobre todo por el empeoramiento de la situación económica, donde el desempleo y la incertidumbre asolan a la población.