En principio, salvo que la Administración demuestre la existencia de esos ingresos, no hay problema, otro caso es la ética o legalidad de engañar directamente a la Administración. Ahora, identifiquemos esa fuente de ingresos ¿debe una persona que se prostituye de manera habitual recibir la ayuda de 400 euros? Pues parece ser que para Carme Chaparro, no hay problema alguno en esto. Aquí tenemos como siempre, el lado oscuro de la economía sumergida, cómo la prostitución puede ser voluntaria también, dado que así se extrae de la propia diatriba de Chaparro y cómo el debate de la legalización de determinados sectores es cada día más necesaria.
No basta con que en el PIB sumen algunos parámetros de prostitución y tráfico de drogas, hay que plantearse también cómo la legalización de la marihuana por ejemplo, en EEUU está dando unos resultados bastante sorprendentes en índices de criminalidad y en recaudación directa.
Mientras tanto, espero que Carme Chaparro no cuestione tampoco si un fontanero en B que hace chapuzas y cobra los 400 euros, le aplauda y ya de paso, aplauda también el fraude a cada escala, puesto que está claro que el que es un chorizo, lo es siempre, con la diferencia de que cada cual defrauda dentro de sus posibilidades.
En El Blog Salmón | Legalizar prostitución y hachís puede reportar 15.000 millones en impuestos