El Gobierno del PP va a por todas –o lo intenta- para repetir victoria en las urnas el próximo 20 de diciembre. La estrategia electoral está clara: economía, economía y más economía. Dentro de este campo –y dejando de lado aspectos que no favorecen nada por mucho que digan lo contrario, como el paro-, la parte fiscal es una a las que más tiempo y esfuerzo están dedicando los dirigentes del PP y aún del Ejecutivo para hacer campaña.
Han prometido bajadas de impuestos, modificaciones de otros, ‘pseudotributos’ a la banca y un arma con el que creen que saldrán vencedores de los comicios: una lista con los nombres de las personas que tengan deudas de más de un millón de euros con Hacienda. En un primer momento, al pensar en dicha lista, a muchos se les pondrán ojos golosos, pues pensarán que por fin van a conocer cómo actúan los grandes defraudadores de impuestos de este país. No se hagan ilusiones, se equivocan.
Dicha lista se publicará –atención- entre el 7 y el 18 de diciembre, es decir, justo en campaña electoral y a pocos días de que la gente deposite su voto en las urnas. No obstante, este documento dejará mucho que desear. No solo porque el contenido es decepcionante, sino porque la forma en que se ha hecho es más que decepcionante.
Olvídense de leer nombres de grandes fortunas, famosos, banqueros o deportistas. Los nombres que se publicarán no les sonarán de nada –a no ser que sean familiares y amigos-, pues el Gobierno ha vuelto a echar una mano a los que cometen las mayores infracciones y les ha permitido regularizar su situación.
Duro castigo para las pymes
Según los datos que ya se han adelantado, la mayoría de los figurantes de esa lista son empresas, pero no grandes empresas. Hablamos de pequeñas y medianas empresas que, como todos bien saben, han sufrido más duro la crisis y tienen su futuro comprometido con Hacienda. De hecho, muchas firmas de abogados lamentan que se ponga en un brete a determinadas compañías que, sin ningún afán defraudatorio, han tenido que dejar impagos en la Administración por la situación por la que atraviesan.
Las grandes firmas y los principales defraudadores, es decir, todos aquellos que han cometido los mayores delitos contra la Hacienda Pública de forma deliberada, han podido librarse de ver su nombre manchado con el estigma de la lista de Montoro, pues ellos sí han tenido la capacidad de pagar sus deudas (y la penalización correspondiente) en los plazos que había marcado el Gobierno.
De este modo, en la célebre lista solo estarán los que no tuvieron los recursos suficientes a 31 de julio para hacer frente a sus deudas. El resto, se vuelve a ir de rositas, como en el caso de la avergonzante aministía fiscal.
Aunque la presidenta del Gobierno aseguró ayer en Consejo de Ministros que es “exagerado” ver en la fecha de publicación de la lista un acto electoral, lo cierto es que más “exagerado” sería pensar que es una coincidencia.