Normalmente, los que se benefician de las subidas del salario mínimo son los que están en el rango más bajo del mercado laboral o los que están discriminados: los jóvenes, los mayores, las mujeres, los que tienen poca preparación y los inmigrantes. Se entiende que se quiera ayudar a estos grupos por sus necesidades y para darles la posibilidad de acceder a un nivel mínimo de vida. Bonitos objetivos pero, al final, la subida de los gastos de las empresas, que viene de la subida del salario mínimo, resultará en menos empleo precisamente para los que se intenta ayudar. Manipular los precios, incluyendo el precio del trabajo suele ser una mala forma de conseguir objetivos y, si el objetivo es asegurarse que las personas que cobran poco deben tener un ingreso mínimo para vivir dignamente, hay formas de hacerlo. Enviarles al desempleo no me parece una de las mejores formas.
Estas personas tienen el derecho y la necesidad de trabajar y el gobierno no debe quitarles la posibilidad de ejercer este derecho. Si necesitan más porque su sueldo no es suficiente, de acuerdo, hay otras formas y otras ayudas posibles.
Vía | ABC En El Blog Salmón | Retribución flexible: los panes y los peces y El dilema de la renta básica Más información | Resumen del Instituto de Estudios Económicos