Lluis reflexiona sobre la posible semejanza entre el boom japonés tras su dura postguerra, y la actual eclosión de China. A primera vista, es posible que encontremos muchas semejanzas, entre otras cosas debido a nuestro profundo desconocimiento de estas sociedades. Quizás la semejanza fundamental es la fortísima competitividad de estos productos en cuanto a precio. Ambos países en su momento rompieron mercados. Los suizos vieron como les arrebataban el incipiente mercado de los relojes de cuarzo, y el textil chino se esta apoderando del mundo. Pero a partir de ese punto comienzan las diferencias. * Bassat señala una fundamental. Los japoneses enseguida se dieron cuenta de que debían desarrollar su marcas. Sabían que la variable precio era difícil de mantener a largo plazo. Especialmente en cuanto sus trabajadores elevasen su nivel de vida. Siempre habrá alguien dispuesto a producir más barato que tu. Y apostaron por el desarrollo de sus marcas. Hoy, las en su día denostadas marcas japonesas como Honda o Toyota tienen un gran prestigio mundial, e incluso se permiten lanzar nuevas marcas como Lexus que compiten en el segmento premier. Es ahí, en el terreno de los intangibles donde los occidentales aún podemos competir con los chinos. Bassat señala como apenas son conocidas las marcas chinas. En este sentido aun tenemos ventaja y deberíamos conservarla. Lógicamente tira para reforzar su especialidad, que es el desarrollo y especialidad de marcas. Pero creo que hay más factores que diferencian ambos casos. * La calidad, la absoluta orientación hacia la calidad de los productos nipones, lo que permitido el desarrollo de nuevos modelos de management: Kaizen, Just In Time, etc...Aunque no era el mejor slogan para vender coches, aquel "Solo hay un camino, ser los mejores" transmitía gran parte de ese mensaje. Esa base empresarial permitía la creación de una imagen de marca fuerte, sólida, no únicamente sustentada por campañas publicitarias. En gran medida Corea del Sur sigue sus pasos. En este sentido los chinos no acaban de quitarse una mala imagen de encima. Arrastran la fama de ser productos de baja calidad, y el gobierno chino, consciente de lo que significa para su futuro, aplica sus técnicas de management, pero que me temo son menos efectivas que las japonesas. * El sustrato social y político es diferente. Japón, muy constreñido en lo geográfico, necesita exportar imperiosamente. China, tiene un brutal mercado interior aun por desarrollar. Claro que para lograrlo, debe elevar el nivel de vida de sus habitantes y desarrollar una potente clase media. Eso, hará que pierdan competitividad, pero ademas producirá tensiones políticas. Veo difícil el mantener un status quo de libertad económica sin libertad política. Es más, creo que no es posiblemente realmente la primera sin la segunda.
En todo caso, lo que esta claro es que China, por fin, ha despertado.
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Foto por Gruntzooki