Como he dicho muchas veces en estas páginas, estoy en desacuerdo con las ayudas millonarias del Estado hacia los bancos, cajas o empresas privadas. Cuando salta una de estas situaciones suele resultar que los accionistas reciben ayudas por parte del dinero de todos y a menudo a cambio de poco o nada. Por eso en estas páginas, desde que estalló la crisis financiera, he estado en contra de las ayudas pero, si se proporcionan, siempre he exigido que cualquier ayuda debe ir acompañado por condiciones y a cambio de algo.
El principio básico debe ser que el Estado se lleve el capital total de cualquier entidad ayudada ya que, si un banco, caja o empresa privada no puede financiarse de forma privada es insolvente y si es insolvente, las acciones tienen valor cero. Si los accionistas no quieren perder su inversión, que busquen en otra parte para su salvación. Inyecciones de dinero público a entidades insolventes deben resultar en la toma del 100% del capital de la entidad ayudada.
Como no espero que mis exigencias se cumplan, busco alternativas que, aunque no son lo que pido, por lo menos es algo y aquí va otra propuesta.
Como mínimo, si el Estado facilita liquidez a los bancos o cajas para salvarles de sus líos, debería ser a cambio de deuda pública del Estado. Si las entidades necesitan liquidez y el Estado lo proporciona, que se haga a través de la venta al Estado de deuda estatal por parte de estas entidades. Liquidez estatal sin cambio de algo es un regalo de fondos públicos a entes privados y es inaceptable.
Si la liquidez proporcionada a las entidades privadas resultara en la devolución de deuda pública, el Estado podría vender esta deuda en los mercados financieros, sin aumentar su nivel total de deuda, o podría cancelar esta deuda y reducir su deuda total.
Por lo menos sería algo.
En El Blog Salmón | Joaquín Almunia: qué está haciendo la CE para salvar los bancos
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