Ayer el BCE decidió bajar los tipos de interés un cuarto de punto, para dejarlos en el 1,25%. Una cifra bajísima, que no se ha visto en Europa en los últimos 60 años. Y sin embargo que se anticipaba aún menor. El mercado se esperaba una bajada al 1%, y si las bolsas no reaccionaron mal fue por la cumbre del G20.
Eso sí, Trichet dejó la puerta abierta a una nueva bajada de tipos en mayo y sobretodo a medidas no convencionales. ¿Qué podrían ser estas medidas? Pues más barra libre de liquidez, compra de deuda en los mercados secundarios o, lo más “no convencional”, compra de deuda empresarial, para hacer llegar la liquidez directamente a las empresas saltándose el sistema financiero.
Unas medidas que el mercado espera, ya que el BCE se ha mantenido con una política muy ortodoxa, al contrario de los bancos centrales más importantes del mundo. Sin embargo, tengo mis dudas de que más bajadas de tipos sirvan para algo, pues estamos cayendo en la trampa de liquidez, y también tengo dudas de que las inyecciones de liquidez no se conviertan en la dosis letal para el yonki.
Vía | El País