En concreto, el pasivo de las Administraciones Públicas se incrementó el pasado ejercicio un 7 % respecto al final de 2013, año que se cerró con una deuda pública por debajo del billón de euros (966.181 millones de euros). Bueno es recordar lo lejos que queda ya 2008, año del estallido de la crisis. La deuda pública española era entonces de 436.984 millones, apenas el 40 % del PIB.
La gigantesca factura que nuestro país tiene que pagar en concepto de intereses por la deuda es un foco de preocupación importante, pese al contexto actual en el que los tipos de interés se mantienen en mínimos históricos. Con semejante volumen de deuda a nuestras espaldas, a poco que la economía se recupere y los tipos suban, el montante de intereses puede convertirse en una verdadera quebradero de cabeza para nuestros gobernantes.
Tomando como referencia los 46,46 millones de habitantes que tenía nuestro país en julio de 2014, la factura de este despropósito le sale a cada español a 22.252 euros, bebés incluidos. Teniendo en cuenta la tendencia alcista del endeudamiento público, ya me diréis cuál es el plan estrella de nuestros políticos para liquidar esta deuda a medio o largo plazo: ¿generar nueva deuda tal vez?
En El Blog Salmón | La deuda pública vuelve a marcar otro récord histórico y La deuda pública española sigue por encima de la media europea, según Eurostat
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