Tras la reunión que mantuvo la cúpula de la Unión Europea (UE) ayer viernes, se confirmó que el italiano Mario Draghi será el sustituto de Jean Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE) a partir del próximo mes de noviembre, tras ocho años de este último al frente de la máxima institución financiera de la UE.
Draghi es un economista y banquero italiano con una gran reputación, que cuenta en su haber con una vasta experiencia, y que según muchos analistas será continuista con las políticas de su predecesor, protector de la estabilidad de precios y defensor de la estabilidad financiera dentro de la Eurozona.
Draghi se enfrentará a un gran reto, coordinar una política monetaria que debe 'venir bien' a dos grupos de países cada vez más diferenciados en el plano económico, por un lado Alemania, Francia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo, que están consolidando su salida de la crisis. Y por otro Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España, que aún deben andar mucho camino para abandonar de una vez por todas la recesión.
Al mismo tiempo este economista italiano deberá lidiar con las presiones internas derivadas de la ausencia de una plena integración económica, y que están manifestando países como Francia que se encuentran molestos al apreciar que a la par que Draghi, existe otro alto mando del barco económico de la UE, como es Bini Smaghi, con voz y voto en el Consejo del BCE.
Estas tensiones muestran una vez más que falta mucho por hacer para la plena integración económica en el seno de la Unión, un proceso en el que los distintos miembros han de acabar de una vez por todas con la superposición de los intereses regionales ante los propiamente europeos, y que ahora resulta más difícil por la particular situación que atravesamos.
Vía | Reuters En El Blog Salmón | La tradición alemana sobrevuela la posible sucesión de Trichet Imagen | insm