La consultora de empleo, Towers Perrin nos da su último estudio, el 2010 Global Workforce Study, sobre la actitud de los trabajadores en estos tiempos.
Concluye que, con la recesión y las dificultades financieras, los cambios en los modelos de negocio y los cambios en prioridades estratégicas, han forzado, tanto a trabajadores como a empresarios, a reevaluar sus planteamientos fundamentales sobre el ‘contrato’ entre ellos.
Hablando con más de 20.000 trabajadores en 22 países, encuentra a una fuerza laboral maltratada por la recesión, con esperanzas reducidas, ansiedad incrementada y nuevas prioridades.
Entre las conclusiones principales que nos dan incluyen las siguientes:
- El deseo por la seguridad laboral es lo más importante.
- Trabajadores estan empezando a entender que ellos son los responsables de su salud física y financiera a largo plazo
- Aunque eso sea así, estos dudan de sus habilidades para tomar esas responsabilidades.
- La mobilidad laboral está por los suelos y muchos están sacrificando su desarrollo profesional por mantener un trabajo seguro.
- La confianza que se tiene en nuestros líderes y jefes también está por los suelos.
Las presiones en el ambiente laboral, que continuarán, cambiarán cómo se relacionan los trabajadores con sus empresas y con su trabajo. Además, los contínuos cambios en las tecnologías impactarán aún más esas relaciones; cómo se hace el trabajo y cómo los trabajadores acceden a sus trabajos e interactúan entre ellos y entre ellos y sus jefes.
El mensaje es que los cambios son contínuos y permanentes y que, cuando veamos el fin de las dificultades económicas, no debemos pensar que todo volverá a estar como antes.
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