Uno de los puntos en los que el Gobierno no ha actuado prácticamente es en las pensiones. Es cierto que ha introducido el copago sanitario para pensionistas, pero todavía no ha tocado la cuantía de de las pensiones. Hoy en el Consejo de Ministros se atreven algo, tocando a los pre-pensionistas.
Básicamente lo que quiere el Gobierno es retrasar la edad de jubilación de la población. Y para ello introduce varias medidas, que a continuación comentaremos. Lo que no está claro es si España podrá seguir soportando el déficit actual sin tocar las pensiones de forma más fundamental.
Menos subsidios a mayores de 50 años
En España cuando un parado mayor de 50 años se le agotaba el paro, era bastante fácil conseguir un subsidio del Estado. Este subsidio no es para tirar cohetes, la verdad, pero puede ayudar a ir tirando hasta la jubilación. El Gobierno quiere eliminarlo si el afectado tiene cónyuge o hijos con los que vivan y que tengan cierto nivel de ingresos.
La idea de esta medida es incentivar la búsqueda de trabajo para los parados más mayores. Que no piensen en tirar hasta la jubilación sino que se concentren en trabajar. La idea es relativamente buena: el subsidio se queda para los que lo necesitan, no es un café para todos, y se quita un desincentivo a la búsqueda de trabajo.
Eso sí, la realidad del empleo en España es desoladora. No hay parados porque no quieren trabajar, eso lo podríamos haber dicho en otra época. Ahora mismo hay parados porque no hay trabajo. Y la gente cerca de la jubilación, al igual que los más jóvenes, lo tienen más difícil.
Desincentivo a los EREs de mayores de 50 años
La otra medida que pone el Gobierno sobre la mesa es quitar los incentivos de las empresas para "prejubilar" a trabajadores. Esto de prejubilar no existe en nuestro ordenamiento jurídico. Es simplemente un ERE de gente mayor, que entre la indemnización, el paro y el subsidio llegaban bien a la edad de jubilación.
La idea del Gobierno es que si el ERE se centra en trabajadores mayores, sea la empresa quien pague el paro y las cotizaciones sociales. Sin embargo si el ERE está repartido, eso no sea así.
Jubilación parcial y anticipada, más complicada
Lo último que aprueba el Gobierno es el endurecimiento de la jubilación parcial y anticipada. En la jubilación parcial lo que modifican son las edades mínimas y los años cotizados mínimos para poder acogerse a ellas. Además se incentiva que un trabajdor jubilado pueda trabajar parcialmente, pero una vez jubilado.
En la anticipada endurece las condiciones de edad y aumenta las reducciones de la pensión, sobre todo en el caso de una jubilación anticipada voluntaria (es decir, sin haber pasado por el paro). La idea, de nuevo, lograr que los trabajadores extiendan su vida laboral y si no es así, que cobren menos pensión.
El problema sigue siendo la empleabilidad
Estas medidas, si se calculan bien, pueden ser positivas para reducir el gasto en pensiones. Pero no se enfocan en el verdadero problema de la gente cerca de la jubilación y sin trabajo: la empleabilidad. Es muy difícil que encuentren trabajo por la mala situación del mercado laboral y porque seguramente deban reciclarse laboralmente.
Necesitamos más medidas destinadas a la creación de empleo (y de empresas) para dar una salida a la bolsa de parados. Si no, lo único que hacemos con medidas como estas es machacar a la gente que no logra encontrar un trabajo y que quiere vivir dignamente.
En El Blog Salmón | El sistema de pensiones se hunde, ¿tienes un plan B?, Tras acabar con el sistema público de pensiones ahora van a por el privado (I) Imagen | kenteegardin