¿Por qué no suben los salarios?

La proyección del Gobierno del PSOE es conseguir un crecimiento económico y un empleo de forma moderada, el más reducido de los últimos 5 años, pese el aumento de los impuestos.

¿Por qué a los salarios les cuesta salir de la moderación? ¿Por qué los impuestos han perdido la elasticidad que tenían y apenas avanzan en la proporción del PIB? ¿Por qué la inflación mantiene sus moderados indices que inició con la inicio de la crisis pese a la QE del Banco Central Europeo?

La deflación afecta a los salarios, los ingresos fiscales y la deuda pública y privada

La crisis económica ha removido las economías de muchos países y ha cambio algunas de sus reglas, que con la penetración de la tecnología y la globalización de la economía han transformado las formas de fabricar o producir, distribuir y consumir.

El ejemplo del efecto de esta gran recesión y el cambio realizado en las economías a nivel global ha sido las estrategias seguidas por los bancos centrales para conseguir calmar y reconducir los valores microeconómicos y macroeconómicos.

El riesgo de la disminución de la riqueza de las familias que ha generado la inflación se ha pasado a la destrucción de la deflación, que ha llevado a los bancos centrales a llenar los mercados de dinero a coste cero y ahora temen una nueva recesión al retirar estas medidas.

La lucha contra la deflación no ha acabado, y esto afecta a los salarios de los trabajadores, a los ingresos fiscales y a la resistencia de la deuda pública y privada a disminuir.

La masa laboral de los inmigrantes tiene un paro mayor que los españoles

Las expectativas de inflación están detrás de los aumentos tan reducidos de los salarios en las economías, como es la economía española. A la inflación afectan la apertura de las economías al comercio mundial, la globalización financiera y tecnológica, la revisión de los modelos de energía tradicional, la expansión de la economía colaborativa y el envejecimiento demográfico.

En España las expectativas de inflación son moderadas, ya que se han generado en los últimos años tasas negativas en el aumento de los precios durante 2014, 2015 y 2016. Esto se ha debido a los dos fenómenos cíclicos encadenados, como la reducción del consumo por la crisis, donde la rentas disponibles han disminuido y el aumento de la presión del paro.

El Banco de España indica que la presión del paro es más intensa en España que en el resto de los países europeos para condicionar la moderación en los salarios. Este efecto se ha producido en la última crisis, ya que en las anteriores nunca había pasado.

Esta presión del paro sobre los salarios está basada en una situación desconocida, como la existencia de una masa laboral de inmigrantes con tasas de paro más elevadas que los españoles, del 20,6 por ciento al 15 por ciento, y tasas de actividad más altas, del 71 por ciento frente al 58,7 por ciento, y este tipo de trabajadores están dispuestos a aceptar salarios inferiores.

Los costes de despido han bajado durante estos últimos años

Las bajas rentas y la elevada presencia de empleo a tiempo parcial involuntario, cada vez más popular entre los jóvenes españoles, así como un aumento a la pérdida de trabajo por la imposibilidad de cambiarlo por uno de parecido salario, y también el aumento de la pasividad sindical.

La mitad de los trabajadores a tiempo parcial lo hacen por imposición. 1 de cada 4 trabajadores consideran posible perder su trabajo, con más preocupación entre los trabajadores jóvenes, los temporales y los trabajadores a tiempo parcial, y tienen miedo de no encontrar un trabajo con similar salario, sobre todo los trabajadores fijos con una edad superior a los 50 años.

Esta preocupación es agravada por la disminución de la prestación por desempleo tras un avance fuerte entre los años 2009 y 2010, así como la disminución legal y práctica de las indemnizaciones por despido, que se encuentra en niveles medios más reducidos, como se puede ver en la gráfica “Evolución del coste de despedidos de 2012 a 3r Trimestre de 2018”:

En 2018 ha aumento los salarios por el pacto salarial

Los salarios han aumentado en España por debajo del 1 por ciento de 2013 a 2016. En 2018 ha habido un avance del 1,7 por ciento, impulsado por un aumento del SMI del 8 por ciento, y pese a que el pacto salarial establecía aumentos mayores, que pueden fueron entre el 2 y 3 por ciento, depende de los resultados de las empresas, como se puede ver en la gráfica “Evolución de los aumentos salariales pactados por convenio”:

España confía en la elasticidad de los impuestos para conseguir ingresos

En materia salarial se espera este año un incremento del 2,1 por ciento, que puede ser posible ya que el SMI (Salario Mínimo Interprofesional) se ha aumentado un 22,3 por ciento desde el año pasado. Con estas estimaciones, junto con el moderado avance del empleo de los últimos años (1,8 por ciento, o alrededor de 330.000 nuevos empleos).

Un aumento de solo el 1,7 por ciento de la demanda de consumo final, hay que confiar en la elasticidad de los impuestos para conseguir los ingresos que se han presupuestados. La ausencia de la inflación y las expectativas de los salariales, empujados por la devaluación salarial no acabada, lo que lleva a elasticidad menores al 1 sobre la evolución del PIB en los impuestos cuya base es el salario de los trabajadores.

En El Blog Salmón | España pierde competitividad, todos los motivos

Imagen | Flickr

También te puede gustar

Portada de El Blog Salmón

Ver todos los comentarios en https://www.elblogsalmon.com

VER 8 Comentarios