Zapatero presentó ayer a sindicatos y patronal la propuesta de la reforma laboral que se pretende aprobar por decreto ley. Esta reforma contiene tres aspectos clave que han provocado la amenaza de huelga general por parte de los sindicatos si se aprueba el texto tal y como se ha redactado.
El primer punto es el abaratamiento del despido instrumentalizado mediante la ampliación de supuestos de despidos objetivos. Este despido contempla una indemnización por despido de 20 días por año trabajado y el supuesto de ampliación que se lleva a cabo es que cualquier empresa puede despedir con esta indemnización si argumenta 6 meses de pérdidas en su actividad empresarial. este sistema implica despido a 20 días por año para todos los trabajadores, dado que argumentar pérdidas en 6 meses es sumamente fácil.
El segundo punto conflictivo se origina con la ampliación de los contratos de formación, el límite de edad hasta 24 años y la ampliación de los contratos de prácticas. Estos contratos se pueden calificar como contratos basura sin temor alguno a equivocarnos, tal y como ya expuse en estas mismas páginas.
El tercer punto que fricción importante es el canal de apertura de las ETTs y las posibilidades de descuelgue de la negociación colectiva en empresas con dificultades. Estos puntos no han quedado muy claros por dónde van a pivotar pero indudablemente no son puntos que gusten a los sindicatos.
En resumen, el texto presentado por Zapatero es un texto difícil (por no decir imposible) de aprobar por parte de los sindicatos, dado que flexibiliza ampliamente el despido y abre la puerta a sistemas de contratación mucho más flexibles. A partir del 16 de junio, fecha prevista para la aprobación del decreto, sabremos la fecha de la convocatoria de la huelga general.
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