La revolución en el mercado bancario no cesa por un momento. Los cambios son vertiginosos desde todas las perspectivas, por un lado una banca convencional en pleno declive, y por otro una banca on-line y ¨fintechs¨ con un crecimiento sin precedentes, que sin lugar a dudas será la banca de un futuro no muy lejano.
El contexto en el que se mueve la banca comercial convencional, en un entorno de tipos de interés nulos, que no hacen más que exprimir los márgenes de los intereses comerciales de sus negocios. Requerimientos de capital constantes exigidos por la EBA (European Bank Authority) y el BCE, la necesidad de compensar sus reducciones de interés con subidas de comisiones de todo tipo, etc....A esto unimos la fiebre de las ¨fintechs¨ y la banca online que aportan servicios financieros prácticamente gratuitos y con una grado de servicio mucho más eficaz, preciso y transparente para PYMES, usuarios y emprendedores. Todo ello plantea un entorno en el que se pone más peso a un sector bancario cada vez más tambaleante.
Pero si todo esto no fuera poco, nos encontramos con las grandes multinacionales tecnológicas como Google, Facebook, Amazon, Dell o Microsoft cargadas de licencias bancarias y en principio preparadas para atacar al pilar más básico del sistema capitalista, el sector bancario. ¿Veremos nuevos bancos tecnológicos como por ejemplo Google Bank o Facebook Bank... emitiendo hipotecas, gestionando cuentas de ahorro o domiciliando nóminas?. Este artículo procurará dar una perspectiva de la revolución bancaria que estamos viviendo, y que ya nos está afectando.
Las ¨fintechs¨ y la banca comercial tradicional
Las ¨fintechs¨ son aquellas empresas que realizan mucho de los servicios bancarios que proporcionan la banca de siempre, pero a través de las nuevas tecnologías. Dichas empresas empezaron a integrarse en el sector bancario sin ser en principio una amenaza para el resto de bancos, y que cubrían un nicho de mercado cubierto por los bancos tradicionales, pero de forma mucho más eficiente. Esto es, usuarios y PYMES, con servicios libre de cargo, y un control de las finanzas domésticas envidiables, a través de aplicaciones móviles. Lo más característico es que con muy pocos profesionales, son capaz de gestionar volúmenes amplísimos de cuentas bancarias, sin comisiones. Como por ejemplo, la ¨fintech¨ alemana Number 26, que con 90 empleados puede gestionar hasta 100 000 clientes.
Os muestro un desglose de las ¨fintechs¨ más importantes de España a finales del 2016 según el tipo de servicios financieros que proporcionan
Todo este cambio está produciendo despidos masivos en la banca tradicional, ya que dichas tecnologías están siendo aplicadas por los bancos de siempre. El caso más paradigmático son las adquisiciones de fintechs por parte del BBVA, en su afán de adentrarse en la banca digital para empresas.
Pero la revolución de las ¨fintechs¨ no se queda en un atractivo ratio de eficiencia como es ¨volumen de clientes/volumen de empleados¨. Los bancos centrales de Canadá, Suiza, Reino Unido o la Reserva Federal americana han creado licencias bancarias ajustadas a dichas fintechs, más acorde a sus características, mucho más fácil de adquirir, y que empiezan a utilizar la tecnología ¨blockchain¨ en sus transacciones, lo cual abarata aún más si cabe, toda la actividad bancaria.
Las multinacionales tecnológicas y las licencias bancarias
En estas semanas se han hecho públicos los rumores sobre la compra por parte de Amazon del banco comercial americano Capital One, el cual es unos de sus clientes principales en una de las líneas de negocio más lucrativas de la multinacional de Seattle, Amazon Web Services (AWS), o lo que es lo mismo los servicios de ¨cloud computing¨ que Amazon esta proporcionado de forma externa a otras empresas. Capital One es uno de los diez primeros bancos comerciales de EE.UU, en términos de depósitos y tarjetas de crédito. De hecho, el 62% de sus ingresos provienen de las tarjetas de crédito, tiene en torno a 800 sucursales a través del país y un volumen de activos de unos 334 000 millones de dólares en 2015. La compra incrementaría un negocio, que Amazon ya gestiona, entre otras cosas por que la licencia bancaria ya la tiene.
Otra de las grandes tecnológicas que está revolucionando la banca comercial, es Facebook. La empresa de Menlo Park (California), ha implementado un sistema innovador, que permite hacer transferencias de dinero gratuitas y totalmente seguras, través de su servicio de Facebook Messenger tanto en EEUU (donde lleva usándose más de un año) como en Europa, donde se va a empezar a implementar actualmente. De hecho, ya tiene la licencia bancaria por parte del Banco Central de Irlanda para proceder. Si el servicio se hace extensible a nivel mundial, como se puede prever, permitiría que 1 600 millones de usuarios que tiene Facebook globalmente, puedan realizar pagos de forma gratuita a nivel mundial. Otra de las aplicaciones estrella en la mensajería móvil WhatsApp (también propiedad de Facebook), podría ser perfectamente la siguiente plataforma en la lista, para proveer este tipo de servicios gratuitos.
Microsoft les sigue de cerca con un nuevo servicios de pagos a través de su producto Skype, el cual está siendo todavía implementado a día de hoy y que se lanzará pronto. El servicio establece una plataforma virtual a través de Skype donde vendedores y compradores interaccionan a través de ¨chatbots¨ y que permite la realización de pagos a través de un proveedor externo, la empresa estadounidense ¨Stripe¨, y su servicio de pagos ¨Microsoft Wallet¨.En este caso, Microsoft no requiere licencia bancaria para el servicio de pagos a través de Skype, ya que lo externaliza a través de Stripe, pero la empresa de Redmond tienen varias licencias bancarias emitidas en varios estados en USA (Money Transmitter Licence).
No es una combinación nada nueva. De hecho, Google tiene una licencia bancaria emitida en Holanda, Paypal otra emitida en Luxemburgo, o la implementación en Dublín del banco comercial ¨Dell Bank International Ltd.¨ en 2013, a través de la emisión de la licencia bancaria comercial emitida por el banco central irlandés a la multinacional Dell, que permite gestionar al gigante de Austin (Texas), todos los ¨leasing¨ financieros y operativos de todos sus equipos informáticos a sus clientes de forma interna y sin intermediarios financieros. Programa de implementación financiera en el cual yo personalmente participé como uno de los gestores del proyecto.
Las multinacionales tecnológicas y la banca comercial tradicional
¿De verdad veremos a empresas como Google, Apple, Facebook, Dell o Microsoft, entre otras, gestionar hipotecas, nóminas, depósitos bancarios, o créditos al consumo?. Cierto es que medios no les faltan, como tampoco les falta las licencias bancarias pertinentes y capital suficiente para hacerlo. Bien, la respuesta es NO. Las razones son varias:
- Como mencionaba en el apartado anterior, el nuevo modelo de banca digital versa en torno a procesar volúmenes ingentes de información, y el ¨big data¨. Es decir, saber que volumen de compradores y vendedores están interesados y en qué productos y/o servicios, con el fin de identificar las dinámicas de mercado en tiempo real, hábitos de consumo y poder encontrar segmentos de oferta y demanda concretos, totalmente compatibles y rentables, más que en cobrar comisiones, gastos financieros o intereses por transacción procesada.
- El negocio bancario clásico a día de hoy, es cada vez menos rentable. De hecho que los bancos mantienen sus beneficios a costa de despidos, recortes de gastos, cierres de sucursales o fusiones bancarias, más que a costa de incrementar sus ingresos. Las dos líneas de ingresos bancarios tradicionales, interés y comisiones están en declive. El primero, por la política de los tipos de interés nulos del BCE, el segundo por la competencia desmedida de ¨fintechs¨ y la banca ¨on-line¨.
- Uno de los activos más lucrativos al largo plazo para la banca comercial son las hipotecas. A pesar de que muchos medios de comunicación y gurús televisivos ¨subvencionados¨ por la propia banca, hablan de los beneficios de adquirir viviendas a través de créditos hipotecarios a día de hoy, poniendo siempre la excusa de unos tipos de interés bajo mínimos. Una de las amenazas más fuertes de dicho negocio viene una vez más de la tecnología más avanzada. La impresión 3D. No hay que olvidar, que las hipotecas son ¨backed securities¨ Es decir activos bancarios, sustentados por un bien, que en este caso concreto, es el inmueble que se vende. Dicha tecnología permite crear viviendas a un precio más que irrisorio. Por ejemplo, China produce desde el 2014, en torno a 10 viviendas en 24 horas por un precio de unos 4 000 euros cada una, o Rusia, que está produciendo casas, también creadas en 24 horas, con una vida estimada de 175 años, por un precio de 9 000 euros/vivienda. La implementación de forma global de dicha tecnología, que mejora de forma continuada, se podría traducir perfectamente como una caída estrepitosa del precio de la vivienda convencional en el medio plazo. Cualquier multinacional tecnológica es consciente del riesgo que implica, y que el mercado inmobiliario e hipotecario tal cual lo conocemos, podría estar cerrando un ciclo.
Las tecnológicas no entran en el negocio de la banca comercial porque requiere muchísimas exigencias por parte de bancos centrales y otros organismos bancarios, de colchones de capital mínimos sobre los activos de sus balances de situación que se consideran de forma más o menos objetiva, afectos a riesgo. Como es el caso de Basilea III, y los cálculos de ¨Core Capital¨ exigidos en las pruebas de stress bancario. Las ampliaciones de capital en el sector están a la orden del día, como los últimos 8 000 millones de Deutsche Bank. Cierto es que para dichas multinacionales, no es un problema de capital, sino de riesgo, Si hay algo que aportan las nuevas tecnologías como ¨Learning Machine¨, ¨Big Data¨, o el futuro ¨Blockchain¨, es una optimización sin precedentes del ratio rentabilidad/riesgo.
Por otro lado, las exigencias del ¨compliance¨ bancario puede variar de un territorio a otro, lo que implica que dichas tecnológicas que quisieran implementarse como bancos comerciales, deberían ajustar sus procesos financieros internos a los distintos requerimientos bancarios de los distintos países o territorios, con el coste añadido que ello implica.
Por último, y no menos importante, la tecnología evoluciona muy rápido, muchísimo más rápido que la legislación que la regula. Por tanto esto genera, para lo bueno o lo malo, ¨vacíos legales¨, que pueden ser vistos como ¨oportunidades de mercado¨ para dichas multinacionales. No hay necesidad, de lanzarse a un mercado bancario tradicional, cada vez menos rentable, más arriesgado, mucho más regulado y restringido.
Los tiempos cambian y el sector bancario también. La banca digital ha llegado para quedarse. Empezar a entender las dinámicas del nuevo modelo, nos permite poder actuar en congruencia, con la celeridad que requieren las circunstancias, y con el fin de identificar los nuevos riesgos potenciales que puede implicar el nuevo modelo de banca digital.