Desde hace ya trimestres que las Fintech están presentes en el mercado español. Con ellas han llegado nuevos modelos de negocio, innovaciones financiero-tecnológicas, nuevas empresas con un futuro prometedor, y un nuevo universo de posibilidades para los usuarios.
Pero más allá del universo Fintech en el plano más general, tenemos a esas Fintech que han venido para competir directamente y revolucionar el modelo de negocio bancario más tradicional. Este tipo concreto de Fintech, que algunos han dado en llamar Neobancos, amenazan directamente a los grandes bancos. Y ahora hay incluso operadores de telecomunicaciones que se lanzan con su propio banco digital: Orange Bank ha llegado a España.
Las Fintech son las llaves del futuro del sector financiero
No hace falta que les digamos que de, entre aquellos de esos jugadores emergentes que sean capaces de conquistar el mercado Fintech, veremos nacer a los gigantes financieros del futuro. Sobre este tema, ya les trajimos en el pasado el análisis "Las Fintech empiezan ya a comerse el mercado, y la más importante ataca desde China".
Pero en la arena Fintech más disruptora, no sólo tenemos que hablar de jugadores chinos, de empresas foráneas que vienen a comerse el tejido nacional, ni de líderes que hacen sombra a los emprendedores españoles. Afortunadamente, ni mucho menos. De hecho, en el sector de la banca más tradicional, algunos bancos españoles ya eran reconocidos a nivel europeo y mundial como entidades líderes, con un buenos productos, un alto grado de eficiencia desconocido en muchos lares, y que en muchos países entraron comprando entidades bancarias y revolucionaron la banca local tal y como era conocida hasta el momento.
Y ahora es por ello (y por algún otro motivo) por lo que diversos analistas nacionales e internacionales afirman con rotundidad que el sector Fintech español también está llamado a ser uno de los líderes del futuro Fintech europeo y, por extensión natural, podemos afirmar sin ninguna duda que también del mundial. Iniciativas como el "sandbox regulatorio", o entorno de pruebas e innovación financiera controlado, sólo se habían visto en Europa en la hiper-financiera City londinense, y en suelo de la Unión Europea post-Brexit ha sido lideradas por una España que tiene grandes aspiraciones en el sector.
... Y algunas de las claves de ese futuro Fintech son "Made in Spain"
En este tema, debo además admitirles mi sorpresa y gran satisfacción por haber visto cómo en esta ocasión nuestros políticos han sabido estar a la altura, y semejante inicitiva de futuro seguro ha sobrevivido al último cambio de gobierno tras la moción de censura. Para los conocedores de la mecánica del relevo político nacional, lo más habitual es muchas veces "matar" toda iniciativa del gobierno anterior, para que así no haya ni la más mínima posibilidad de que los ciudadanos le atribuyan al adversario político parte del éxito ni el mérito de haberlas puesto en marcha.
Lamentablemente, esto ocurre incluso con las políticas y los Planes Nacionales más necesarios y prometedores para el futuro del país. Por fortuna, no ha sido así en esta ocasión, lo cual también demuestra lo doblemente estratégico y esencial del futuro Fintech. Háganse una idea de cómo de importante será el asunto para que, por una vez (y sin que sirva de precedente), nuestros políticos hayan decidido seguir construyendo lo anterior, en vez de tirarlo todo abajo en una suerte de siniestra política de "tierra quemada".
Pero más allá de la esfera puramente política, España también puede sacar pecho del tejido socioeconómico nacional. Como publicó el BBVA en un interesante análisis, en España hay actualmente más de 300 Fintech, una cifra reveladora del clima de efervescencia en el que se encuentra el sector nacional, dado lo reciente del nacimiento de esta nueva industria, y lo comparativamente atrasada que se encuentra en algunos aspectos en otros países. Hay otros datos interesantes, como que por ejemplo un 76% de ellas actualmente cobra por sus servicios, lo cual demuestra el carácter realmente innovador y disruptor de sus nuevos productos y servicios: no es lo más habitual en el entorno Fintech que los usuarios estén dispuestos a pagar si la innovación no les aporta (mucho) valor.
Pero además, lo realmente loable de esa cifra es que un 26% de esas Fintech ya son rentables a día de hoy, cuando ya sabemos que lo más habitual es que una nueva startup tarde bastantes años en empezar a dar beneficios, y que muchas de ellas mueran en sus primeros años sin haber salido nunca de los números rojos. Y para más "sumar fuerzas" en puntos fuertes nacionales, además estas Fintech se caracterizan por ver a la banca tradicional española más como aliados que como competidores. Efectivamente, parece que España tiene bastantes boletos para seguir siendo un protagonista del futuro sector financiero internacional.
La nueva Fintech que va a llegar a España es el banco digital Orange Bank
Pero no todo son sólo protagonistas nacionales. Obviamente, en esta guerra por la conquista de un sector de (mucho) futuro, las iniciativas foráneas no se van a conformar con su trozo del pastel, y van a dar también la batalla por quedarse con cuanto más mercado mejor. Es algo natural en la mecánica de nuestros mercados y de la libre competencia. Así es en el caso del operador francés Orange, que ha irrumpido en el mercado español con su Orange Bank. Con ello, parece que se puede dar por definitivamente inaugurada la batalla más tecnológica por el sector financiero, ya que es realmente significativo que este nuevo banco Fintech pertenezca precisamente a un operador de telecomunicaciones.
Y va a empezar a operar en nuestro país este mismo año 2019, siendo España el segundo país a nivel mundial donde va a lanzar sus servicios, obviamente después de haberlo hecho en Francia el pasado Noviembre. Ello demuestra de nuevo que nuestro mercado nacional es especialmente estratégico a nivel internacional. Los servicios que actualmente presta este nuevo banco en el país galo no difieren apenas de otras iniciativas de banca Fintech al por menor, y por ahora básicamente permiten abrir de forma gratuita una cuenta corriente y una tarjeta bancaria, con balances en tiempo real, pago móvil, asesor virutal 24x7, y todo operando a través del teléfono móvil. Los planes son ampliar progresivamente su oferta de productos, y entrar por ejemplo en el mercado hipotecario y de préstamos personales.
Pero es innegable el éxito alcanzado en su país de origen, y la consiguiente expectación levantada en España. en tan sólo unos meses de vida ha conseguido ya ganar más de 50.000 clientes. El éxito cosechado no le coge al grupo de telecomunicaciones de nuevas, puesto que Orange ya había lanzado exitosas iniciativas Fintech anteriores como Orange Money u Orange Cash. Para su nueva aventura más bancaria, en esta ocasión el grupo decidió adquirir hace unos pocos años la entidad financiera francesa Groupama Banque.
No todo caballo que se lance a correr la carrera Fintech será caballo ganador
Pero a juzgar por las intenciones de los grandes del sector tanto tecnológico como de todo el que tiene planes de futuro Fintech, Orange Bank no va a ser ni mucho menos el último en llegar provocando ondas sísmicas en el panorama financiero tradicional. Muchos más pretenden venir después, entre ellos Google, Amazon, u otros que han mostrado (mucho) interés en empezar a ofrecer servicios bancarios, e incluso varios de ellos han pedido ya una licencia para poder prestar estos servicios. Pero ante la previsible avalancha de bancos Fintech, y anticipándonos a las tendencias como sistema de alerta temprana que somos desde estas líneas, no podemos evitar advertirles ante ciertas realidades de mercado que muy probablemente volverán una vez más a demostrar su vigencia atemporal.
Esto será especialmente cierto en un panorama bancario Fintech en el que, por el momento, los nuevos productos son muy muy homogéneos, y apenas dejan margen para la diferenciación, y menos para el valor añadido. Sin duda, esa especialización y diferenciación tendrá su momento también en el mercado Fintech, e inevitablemente acabará por llegar para segmentar y aportar ese valor añadido. Y los que crean que este análisis es demasiado prematuro, tal vez lleven su parte de razón, pero eso no lo hace menos certero y, en todo caso, la hiper-velocidad con la que está llegando este nuevo universo tecnológico-financiero hará que veamos cómo ciertas tendencias son una realidad mucho antes de lo que algunos imaginan.
Y ahora ya todos sabemos que obviamente lo Fintech es innegablemente el futuro que llega, pero precisamente por ello se van a lanzar a su conquista de forma inminente muchos más jugadores de los que acabarán sobreviviendo. Es inevitable (y lógico) que todos esos jugadores tradicionales y recién llegados quieran entrar en el nuevo mercado bancario Fintech, pero lamentablemente no acabará habiendo un trozo del pastel para todos, al menos no que permita arrojar números negros en las cuentas de resultados. Una vez que lo difuso se vuelve emergente, y tras ello evidente, acabar viéndolo claro (aunque sea tarde) tampoco es ninguna garantía de supervivencia. Recuerden que, en cierta medida, somos libres de elegir nuestro futuro, pero no es menos cierto que también el futuro nos elige a nosotros (y a nuestras empresas). Lo Fintech no va a ser ni mucho menos una excepción, por mucho que algunos se creyesen que sólo ellos escribían el futuro financiero.
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