La nueva regulación europea sobre pagos digitales (Payments Service Directive) nos va a complicar la vida a los usuarios de la banca online, es cierto que entre otras muchas cosa va a aumentar la seguridad con la que los europeos realizamos nuestras operaciones digitales online, pero también que nos va a complicar mucho más la vida siempre que la nuestra no sea sota caballo y rey.
Es cierto que la directiva regula muchas cosas, y tiene muchas excepciones. Suscripciones (como Netflix) o los medios de transporte (como los peajes y los parkings no atendidos). También es cierto que esta normativa tiene una serie de mecanismos interesantes para incrementar la competencia y que los jugadores pequeños y medianos lo tengan más fácil frente a los grandes del sector. Pero también es cierto que la nueva normativa a hacer la vida más complicada, especialmente a aquellos usuarios que tengan una vida fiinanciera un poico más complicada.
Identificación del usuario reforzada
A partir del 14 de septiembre la identificación de los usuarios de banca online tendrá que estar basada en dos (frente al actual uno) de los tres sistemas.
- Algo que sólo conoce el usuario (una contraseña)
- Algo que sólo tiene el usuario (típicamente el teléfono móvil, pero podría ser una tarjeta de coordenadas)
- Algo que forma parte del usuario (típicamente la huella dactilar o la huella del iris)
Es decir, que si hasta ahora muchos servicios nos eran válidos con una contraseña, a partir del próximo sábado será más complicado. Los sistemas de huella digital o escáneres del iris no están suficientemente avanzados, con lo cual los bancos están viendo cómo se adaptan a la nueva directiva.
En Help my cash han recopilado como pretenden solucionar este problema algunos de los principales bancos españoles. Muchos están optando por códigos SMS enviados al teléfono del usuario, pero otros incluso requieren que este instale la aplicación de la entidad, lo que le obliga a tener un smartphone, y que este sea compatible con la aplicación. ** ¿Y esto como nos afecta?** Pues si normalmente accedemos a la banca online desde nuestro PC doméstico y tenemos el móvil al lado no hay problema, pero si operamos desde países porque estamos de viajes (el típico ejemplo de knowmad) o simplemente nos desplazamos cantidades de tiempo largas por motivos personales o de negocios, lo tenemos más complicado.
Se me ocurren los siguientes ejemplos mediante los cuales se puede complicar nuestra vida en exceso:
- Nuestra empresa nos manda a trabajar a China seis meses y tenemos que seguir pagando el alquiler
- Nos roban el teléfono en el extranjero cuando estamos en una estancia prolongada (por estudios por ejemplo)
- Se nos estropea el teléfono en una comunidad autónoma donde los comercios no abren hasta el lunes por la mañana
Es decir, creo que aunque las medidas de seguridad reforzadas están bien, el no permitir que el usuario pueda fijar modos de saltarse ese límite (por ejemplo para pagos hasta una cantidad discrecional al día o la mes) hace que nos podamos ver en una situación más complicada.
Es cierto que en el mundo de hoy en día las amenazas a nuestra seguridad online han de tenerse en cuenta, que es fácil caer en una estafa, pero también es cierto que si los usuarios no podemos determinar fácilmente el nivel de riesgo que estamos dispuestos a asumir bajo ciertas circunstancias, nos podemos encontrar en una situación complicada si todo no va exactamente como se ha diseñado en flujo de información y autorizaciones sobre el papel (o sobre las diapositivas de un PowerPoint).
Personalmente lo más apropiado debería de ser que se pudiera ajustar el nivel de riesgo por usuario, incluso aceptando penalizaciones en las cantidades en las que estuviéramos cubiertos por ley. A la hora de establecer estándares de servicios, one size doesn’t fit all.
En El Blog Salmón | El ecosistema de pagos móviles de China, ¿ha crecido demasiado?, ¿Cómo montar tu chiringuito financiero? y ¿Debemos decirles a nuestros amigos cuanto cobramos?
Imagen | marco monetti