Pues bien, tal es el público objetivo y las posibilidades de negocio que perciben, que se han decidido a inaugurar este verano su propia línea área, que volara a los principales Santuarios de la fe católica (Lourdes, Santiago de Compostela, Fátima). Aunque realmente no es tal, sino una joint venture con Air Mistral, empresa perteneciente a Correos italianos (y que en su día fue fundada por ese actor del Método llamado Bud Spencer). La alianza parece curiosa, pero encuentra su explicación en una de las principales claves del mundo del transporte, incluido el de viajeros. Se trata de asegurar el Retorno. Gran parte del éxito del transporte, de pasajeros y de mercancías, es lograr que el vehículo retorne a su base o centro de operaciones con carga, o al menos así me lo explicaron algunos empresarios del gremio. La búsqueda de cargas para tales fines es frecuente y dura. Pues bien, la clave en esta alianza tan extraña consiste en que de día viajaran en los aviones los peregrinos, y de noche se utilizarán para carga. Se conseguirá un alto uso de la aeronave, facilitando una rebaja de los costes, y una estrategia de lowcost. Todo ello personalizando las aeronaves, dejando claro de que tipo de vuelos se trata y quien los fleta.
Me parece una idea excelente. La Iglesia facilita el desplazamiento de los peregrinos, a lugares donde quizás no existe la cobertura adecuada, generando unos ingresos. Y a pesar de que veo a este Papa menos viajero que el anterior, y menos dado a las concentraciones multitudinarias, alguna de ellas caerá y estos vuelos chárter serán muy oportunos. Eso sí, yo de ellos no me dormiría, y exploraría nuevas vías de negocio, como en su Día fue el Disco del Papa. Y es que algún empresario privado ya ha descubierto que se pueden vender más de 7.000 rosarios electrónicos en cuatro meses.