Es probable que el parque automovilístico español esté lanzando "spoilers" a diestro y siniestro sobre los futuros problemas que se avecinan con el transporte privado, y el coche eléctrico en particular.
En un párrafo, sintetizado: cada vez somos más pobres, los coches son más caros y las posibilidades de acceder a un vehículo nuevo siguen reduciéndose: entre 2008 y 2023, la edad media del parque de turismos español ha pasado de los 8,4 a los 14,2 años.
Vida media del coche español: 14,4 años
A cada año que pasa, menos familias pueden cambiarse el coche. O eso parece que digan los números. Los vehículos españoles han ido envejeciendo, incluso con las ayudas del plan MOVES I, II y III que se han ido solapando desde 2019 hasta la actualidad.
Con los datos de febrero de 2024 encima de la mesa, los vehículos ligeros y furgonetas tenían una vida media de 14,4 años; los industriales de 14,9 años y los autobuses de 11,8.
Según IDEAUTO, que ha analizado la información ofrecida por la Dirección General de Tráfico (DGT), tenemos una flota envejecida (y a falta de más datos, todo indica que las flotas de empresa pueden estar, sin querer, "maquillando" a mejor parte de las cifras) en la que, sobre todo, preocupan los casi ocho millones (7.782.321) de vehículos de más de 20 años que siguen circulando: uno de cada cuatro, un 25,3 % del total.
La descarbonización... no va bien
Los números aún crecen más si observamos coches sin etiqueta ambiental (29,4 %; más de 9 millones), y otros 9 millones que tienen una etiqueta "B".
En total, 6 de cada 10 vehículos no cumplen los estándares mínimos que se esperaba ir alcanzando al reducir y sacar de circulación coches antiguos durante esta década. No sorprende, pues, que la legislación ambiental haya ido cambiando, año tras año, en la aplicación de las medidas propuestas desde Europa.
Hoy por hoy, el 60 % de los coches en España siguen siendo diésel; un 34 %, gasolina. Los ECO y cero, por ahora, representan el 5,7 % del parque móvil. Además, nadie sabe hasta cuándo podrán circular en las ciudades los coches con etiquetas B o C, que apenas han descendido respecto a los años anteriores (los sin etiqueta, un 2 % desde 2022; los etiqueta B, un 0,9 %).
A nivel macro, los analistas (como José López-Tafall, director de ANFAC) destacan que, en un proceso de descarbonización, sorprende cómo el parque automovilístico ha envejecido más de 3 años en una década, y el modelo cero emisiones no ha alcanzado más de un 5,7 % del total de los vehículos en circulación.
Los etiqueta cero, en 2024, se contabilizan en 364.765 vehículos: han crecido un 50 %, pero suponen solo un 1,2 % del total. Residual, por buscar una palabra relativamente bonita.
La ¿alternativa? eléctrica
Asimismo, el eléctrico sigue siendo notablemente más caro que el coche de combustión, y las ayudas no parecen permitir a las familias acceder a un vehículo nuevo y, aún menos, actualizarse con un eléctrico.
Aquí se suman varios puntos: el primero, que no parece que las marcas occidentales estén por la labor de electrificar el parque móvil (o no saben cómo hacerlo), que el mantenimiento del eléctrico es mayor (los neumáticos más caros y menos duraderos son un buen ejemplo) y que los seguros de híbridos y eléctricos son, también, más costosos.
Todo ello, ha generado cierto rechazo entre los posibles compradores, donde la autonomía y los mayores costes han hecho que 1 de cada 3 llegue a afirmar que volvería al gasolina.
Y hablamos de aquellos que sí pueden permitirse el cambio, y que resultan una minoría frente al grueso de la población. En las circunstancias actuales, muchas familias no pueden cambiarse el coche con o sin plan MOVES, cofinanciado con fondos europeos, y mucho menos hacerlo por uno eléctrico.
Cada vez somos más pobres y nos cuelan coches más caros. Ojo la edad media del parque automovilístico español (no podemos permitirnos renovar el coche, ni con un Dacia). Los de arriba o no lo quieren ver o lo saben y nos toman por tontos pic.twitter.com/WuVPw1PMEw
— Guillermo Felip de Balanzo (@GuilleFelip) July 24, 2024
Faltan medidas efectivas
El grupo de interés ANFAC por el desarrollo sostenible y eficiente apuntaba que la mejora de eficiencia de los planes MOVES, con ayudas directas a la compra, resulta imprescindible para incentivar la compra de coches eléctricos. También considera que faltan mensajes de apoyo para favorecer la compra de nuevos vehículos, tanto por una cuestión de sostenibilidad como de eficiencia y seguridad en las carreteras.
El tuitero @GuilleFelip afirmaba: "Cada vez somos más pobres y nos cuelan coches más caros. Ojo la edad media del parque automovilístico español (no podemos permitirnos renovar el coche, ni con un Dacia)."
¿Es cierto? Los números, ahí están desde luego. La lectura que la haga cada uno de forma individual, pero que faltan medidas para que la gente se cambie el coche y pueda optar por energías renovables parece un hecho.