El veto del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la empresa china Huawei a puesto en alarma a las empresas multinacionales, ya que la globalización creada durante estos años se está tambaleando.
Es decir, Trump ha creado un nuevo tablero de juego, en qué existen reglas inciertas para las grandes empresas. La era post Organización Mundial del Comercio (OMC), dinamitada por el Gobierno de Trump, en que ahora las relaciones comerciales no se basan en reglas establecidas por consenso a nivel global sino a través del poder político, donde las empresas están muy expuestas.
Nos podemos preguntar: ¿Qué puede hacer las empresas para lidiar con los aranceles comerciales de Estados Unidos?
Un lobby comercial para anticiparse a los movimientos de los gobiernos
Poco puede hacer Huawei tras el voto impuesto por el Gobierno de Trump y el rechazo de Google a la hora de actualizar las aplicaciones de sus móviles, donde está en medio de las guerras entre Estados Unidos y China.
Huawei tendría que haber actuado antes para construir un perfil social y político, de manera que no fuese vista como el brazo ejecutor del Gobierno de la china. Las multinacionales tienen que contar con una agenda pública, debido a que las políticas de los diferentes gobiernos afectan de forma directa a sus intereses comerciales.
Por tanto, para defender sus intereses y sus derechos lo más recomendable sería crear un lobby, y sería una medida de presión que solo sería efectiva cuando actuasen con anticipación a los movimientos de los gobiernos.
Las grandes empresas haciendo previsión en la administración Trump
En estas últimas semanas se ha visto un gran trasiego de las empresas españolas que tienen intereses en China o en otros mercados que puesto el punto de mira el Gobierno de Trump, como Venezuela o Cuba, en Departamento del Tesoro de Estados Unidos para conseguir exenciones a las posibles sanciones.
Estas empresas están utilizando todos sus recursos para hacer un lobby. Empresas multinacionales como Repsol, Siemens Gamesa, Gestamp, Mondagrón o Meliá están yendo a los centros de decisión de la administración Trump en un intento de defender sus intereses comerciales.
Solo en España, la empresa china, Huawei ha reconocido que sus ventas han descendido más de un 26 por ciento en la primera semana del anuncio de Google y veto de la administración Trump. Aunque preven esto no tenga un gran impacto a largo plazo en su negocio.
La cooperativa de Mondragón desvía producción a México para evitar los aranceles
La presión no es la única manera en que las grandes empresas españolas pueden responder ante la guerra comercial iniciada por Trump. Mondragón, por ejemplo, que lleva más 25 años en China, y que factura más de 320 millones de euros, alrededor del 10 por ciento del negocio exterior, confirma que la reducción del volumen de producción.
La cooperativa de Mondragón ha tenido que desviar producción a México a fin de evitar los efectos arancelarios impuestos por la administración Trump, en una lucha que está teniendo consecuencias económicas tanto para China como para Europa.
Una de los efectos inmediatos del aumento de los aranceles es la reducción de las ventas de coches en Estados Unidos, que puede superar la cantidad de 300.000 unidades, donde se prevé un reajuste de las producciones en los distintos mercados.
Una posible solución sería redirigir la actividad de la empresas afectadas
Siemens considera que la política arancelaria le ha impactado negativamente, llegando al punto de tener que redirigir parte de sus suministros a diferentes proveedores para disminuir de manera parcial la situación.
Siemens estima que los diversos anuncios de aranceles por parte de Estados Unidos impactan en un aumento de los costes de tipo de generación de energía, y claramente todo este se traslada a un aumento de los precios y, por tanto, lo paga el ciudadano de calle.
Otras empresas como SEAT pretenden ir a China en 2 ó 3 años para vender vehículos eléctricos en el primer mercado del mundo, para esto acaba de realizar un acuerdo con el Gobierno chino, ya que SEAT no tiene intereses en Estados Unidos y, por eso, van a crear un centro de I+D+i en China.
SEAT ha creado una vía de entrada a China, en que demuestran su compromiso a largo plazo, que recomienda a las empresas españolas reducir su exposición en las zonas de conflicto para evitar las posibles represalias de Estados Unidos.
Las empresas españolas deben decidir dónde quieren estar, analizando los diferentes escenarios de riesgo y tener una salida mediante diferentes contratos, acuerdos con proveedores locales, joint-ventures con empresas locales, inversiones graduales y en activos líquidos.
Por tanto, las empresas españolas deben hacer frente común con las empresas europeas para así defenderse de los posibles cambios en los entornos regulatorios y políticos que han llegado, de momento, para quedarse.
En El Blog Salmón | El déficit comercial aumenta en EEUU: la subida de aranceles no ayuda
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