Los malos datos económicos siguen llegando. En el mes de julio, un mes en el que tradicionalmente los datos de paro son buenos, por la estacionalidad del empleo, el paro subió en 36.492 personas, cifra que no se veía desde los años 60. Ni en los principios de los 80 ni en el 93 se vio un julio con una subida tan grande del desempleo. Eso sí, porcentualmente la subida no es tan grande debido a que en dichas épocas el número de trabajadores en activo era mucho más bajo.
Con este dato el número total de parados supera los 2,4 millones de personas, cifra que no se veía desde medidados de 1998. Eso sí, en aquella época había 14 millones de personas activas y ahora hay cerca de 20. Luego aunque la cifra de parados es la misma, el número de personas que trabajan es ahora mucho más alta.
El problema de estos datos es que no se limitan al sector de la construcción, cuyo número de parados es de casi el doble que el año pasado. El paro sube en la agricultura, la industria (que estaba llamada a absorber empleo de la construcción) y también de servicios, y eso es preocupante en un mes en el que el turismo agiliza este sector. Los únicos que se libran son el colectivo sin empleo anterior, que no ven un repunte significativo en el paro.
Estos datos son malos, pero esperados. Las empresas que operan en España han perdido competitividad en el escenario internacional por nuestro diferencial de inflación. La única posibilidad para ser competitivos eran los bajos salarios (que los tenemos), pero llegados a un límite sólo queda el paro. Esto unido a que la inversión inmobiliaria ha caído en picado, lo que hace que no sólo las empresas de construcción se vean afectadas, sino también mucha industria, hacen un cockail explosivo. Y además el problema, como en todos los aspectos económicos, se realimenta: menos empleo significa menos renta disponible para los españoles, que consumen menos y por tanto a las empresas les sobran empleados. Un bucle del que es difícil salir.
Y como dije hace tiempo, mucha gente dice que lo peor está por verse después del verano.
Vía | El País Más información | Ministerio de Trabajo (pdf) En El Blog Salmón | Despidos después del verano