Como ya comenté hace tiempo, las matriculaciones de coches son un indicador bastante fiable para saber que se cuece en las economías domésticas. Cuando una persona obtiene su primer empleo una de las primeras cosas que suele hacer es comprarse un coche. Esto también sucede al contrario, si una persona sospecha que va a perder su empleo, probablemente no comprará un vehículo e intentará aguantar con el que tiene o con el transporte público.
En España la venta de coches ha caído un 32,2%, la mayor caída de ventas de la historia. En el pasado Septiembre de 2007 se vendieron 96.754 vehículos, mientras que en Septiembre de 2008 se han vendido tan sólo 65.593 turismos y todoterrenos. Nos encontramos con una caída drástica en las ventas. Las familias están conteniendo el gasto y mucho. Supongo que en parte se debe a que ahora es más difícil conseguir financiación para el coche, pero me parece que también influye que las familias están a la espera de tiempos mejores. Con la actual crisis no es el mejor momento de endeudarse para comprar un coche.
Este cambio tan fuerte en las ventas va a tener bastante impacto en los concesionarios y talleres. Por un lado se van a necesitar menos comerciales, ya que se van a vender menos vehículos. Por otro probablemente se vayan a necesitar más mecánicos que reparen los coches que la gente decide no sustituir. Incluso puede que se impulse más el mercado de segunda mano. Tampoco me extrañaría que cambiara lo que buscan los consumidores. Probablemente busquen coches más pequeños, más baratos y de menor consumo. Esto puede ser una oportunidad para las marcas chinas a la hora de entrar en los mercados occidentales, al igual que la crisis del petróleo de los setenta fue la oportunidad perfecta para las marcas japonesas.
Vía | 20 Minutos Imagen | Daquella Manera