Una de las preguntas más frecuentes en los últimos años ha sido: ¿para cuándo se acabará la crisis? Anhelando muchos los años ‘dorados’ del ladrillo cuando España ocupó el nivel más alto de ocupación laboral de su historia, fuimos un referente para los extranjeros que buscaban el ‘sueño español’, el crédito fluía a caudales y jugabamos en la ‘Champions League’ de la economía.
He de decirles que en mi opinión nunca se acabará la crisis, al menos si creemos que la época de bonanza vivida hace tan solo unos años se va a repetir. Esta crisis, más que una crisis de tomo y lomo, es un nuevo escenario en el que los distintos agentes económicos (empresarios, organizaciones empresariales, y consumidores) deben coexistir y tomar decisiones porque va a ser así durante muchos años.
Creo que la mayoría de los ajustes inmediatos, entendiendo como tales el recorte del consumo y la inversión empresarial (muy sensibles a una recesión), se han producido, y por tanto no nos queda otra que seguir el camino con este escenario, pero ¿cómo?
Es duro enfrentarse a una situación en la que las entidades financieras dan crédito con cuentagotas, con una elvada presión fiscal, con muchos sectores en crisis, con una caída de la confianza del consumidor, y con una elevada incertidumbre en la economía, pero no nos quedemos solo con lo negativo. Las épocas de crisis están llenas de oportunidades: integración de los procesos de producción y distribución, cierre de empresas y el consecuente adelgazamiento de la competencia, y los cambios en los patrones de consumo de los consumidores, entre otros muchos más, que han de ser explotados por las empresas, y que en caso de explotarlas saldrán fortalecidas.
Me da la sensación que tanto los empresarios, así como los consumidores, permanece agazapados esperando alguna señal en el ‘mercado’, una señal ilusoria que jamás llegará. Lo único que nos queda es seguir agazapados o arriesgar, ambas opciones son legítimas, pero tal vez la reacción llegue tarde y solo quede lamentarnos.
En El Blog Salmón | ¿Cuándo acabará la crisis?
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