Decía Mark Twain: “La credibilidad es como la virginidad, una vez que se pierde ya no se recupera”. Cuesta mucho tiempo construirla y se pierde muy pronto. Pensaba en esta frase cuando leía el titular ‘No habrá más subidas de impuestos ni se recortarán las pagas extra de los funcionarios’. Venía a cuento tras los rumores que se intensificaron en los últimos días sobre la posibilidad de que se tomaran estas medidas ante la presión de Europa para cumplir con los objetivos de déficit.
Hace tan solo unas horas, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, autor de algunas de las ‘perlas’ más destacadas de los últimos años, ha descartado una y otra vez tras el consejo de ministros que el Ejecutivo tenga sobre la mesa una nueva subida del IVA o el recorte de una paga extra de los funcionarios. Lo ha descartado tan tajantemente que ha recordado a cuando el propio De Guindos, en marzo de 2012, hacía exactamente igual y cuatro meses después se daba luz verde a la subida.
¿Lo recuerdan? ¿Recuerdan cuántas veces negaron una subida del IVA que no haría más que castigar a unos bolsillos más que maltrechos y a un consumo bajo mínimos con todos los recortes? Pues es justamente lo que he recordado cuando he escuchado al ministro negar hasta la saciedad estas medidas.
Esta misma mañana el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, hablaba sólo unas horas antes de un plan “ambicioso” de reformas entre las que se encontraba crear una mejor estructura fiscal. Ni descartaba ni desmentía nada: “Prejuzgar si va a ser necesario y cuándo y en qué dirección tocar la estructura de los impuestos es prematuro. Habrá que esperar al día 26”.
Justo después, en la rueda de prensa posterior, Montoro ha dicho rotundamente que no va a haber subidas de impuestos y que sólo se está inmerso en la “fase de reestructuración de la carga tributaria”. Pero ha vuelto a abrir la puerta insistiendo en que, antes de adoptar la decisión de subir o no los impuestos, tiene que analizar la evolución de la recaudación, y los resultados de la amnistía fiscal y de la lucha contra el fraude.
Claro, pero si nos atenemos al vocabulario, entonces nos podemos echar a temblar. Porque para el mismo Montoro hace ahora justo un año, lo que hacía el Gobierno no era subir los impuestos sino “cambiar su ponderación”. En aquella época, el IVA era la palabra maldita y se hablaba de “impuestos sobre el consumo”.
En definitiva, quedan apenas dos semanas para conocer el nuevo paquete de reformas que presentará España a Europa mientras negocia una ampliación de los objetivos de déficit y las nuevas previsiones macroeconómicas, tras su excesivo optimismo señalado por todas las instituciones. Quedan pocos días para conocerlo. Pero sí podemos afirmar con rotundidad que la negativa de Montoro hoy no significa absolutamente nada. La hemeroteca y el pasado lo corroboran.
En El Blog Salmón | La subida del IVA, ¿lo que antes era malo ahora es bueno?, Montoro dimite: tu incompetencia como ministro no la tienen que pagar los españoles Imagen | PPCYL