¿Qué se puede esperar de la economía española si hasta un empresario como Martin Varsavsky llama a retirar el dinero de los bancos españoles para ponerlo a resguardo en bancos de Alemania, Reino Unido o Estados Unidos? Lo cierto es que la silenciosa fuga de capitales que anticipamos a comienzos de año, ha adquirido gran fuerza y el último informe del Banco de España nos dice que esta fuga llegó a 66.200 millones de euros (mde) en marzo, batiendo todos los récords existentes en materia de flujos financieros.
Esta es la mayor salida de capitales privados de España desde el comienzo de la serie en enero de 1990 y en esta gráfica se destaca claramente la aceleración de esta fuga en los últimos meses: 5.342 mde en enero, 25.549 mde en febrero y 66.200 mde en marzo, completando 97.091 mde de fuga en los primeros tres meses del año. Una diferencia radical con los primeros tres meses del año pasado que acumulaban una entrada positiva por 20.887 millones de euros. Los datos están tomados de la tabla de Balanza de Pagos (cuenta corriente + cuenta de capitales) del Banco de España, y en la primera gráfica muestro los flujos netos de los últimos 12 meses (que acumulan una fuga neta por 193.284 millones de euros, casi el 20% del PIB español), mientras en la segunda el movimiento de estos flujos desde enero de 2007 hasta marzo de 2012, últimos datos que recoge la cuenta del BdeE.
En la columna 3 de esta tabla de la Balanza de Pagos (descargar aquí para una mejor resolución) he remarcado los datos relevantes. De ingresos netos por 70.004 millones de euros en 2008, se bajó a 41.517 mde en 2009 y a 27.478 mde en 2010. En 2011 la cifra resultó negativa con -75.307 mde. A marzo de 2012 (los primeros 3 meses del año) la fuga llega a 97.091 mde, demostrando el éxito que ha tenido la aplicación de la receta de empresarios como Martin Varsavsky. Queda claro que las opiniones de Varsavsky pesan mucho más que las de Ignacio Escolar, a quien escuché esta semana en una radio asegurando que el dinero que tenía en Bankia “no lo retiraría por nada” dado que “está asegurado por el Estado”. Habrá que ver si cumple o se suma a la traición de Varsavsky.
España, producto de esta fuga de capitales en aumento, comienza a repetir el libreto griego y hasta el velo de la negación de las autoridades es una réplica de los primeros planteamientos de las autoridades helenas. El incremento de esta masiva fuga de capitales ha sido posible gracias al gentil aporte del Banco Central Europeo y los planes LTRO (acrónimo de Long-Term Refinancing Operation, Operación de refinanciación a largo plazo) en sus cuestionados programas uno y dos. Dado que el guión se está siguiendo al pie de la letra, no debemos dudar de que pese a las negativas del gobierno de Mariano Rajoy de no pedir auxilio a las autoridades europeas y el FMI, se pida en forma urgente socorro para intentar contener la pandemia total que viven las finanzas españolas. Demás está decir que será demasiado tarde: la pandemia en curso es de largo alcance, y a estas alturas se hace imposible hacerla cambiar de giro.
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