En Singapur, donde la caída del PIB el primer trimestre fue de 10,1 por ciento, los barcos congregados a la espera de algún movimiento tienen totalmente invadido el estrecho que une la zona de Indonesia y Malasia. El transporte marítimo ha sido el rubro más violentamente afectado por la crisis. Un reportaje publicado en The New York Times constató más de 730 buques de carga inmovilizados, algunos con capacidad de hasta 300.000 toneladas, creando una enorme congestión que impedía el movimiento de las naves pequeñas. La caída en las exportaciones de China (22,6%), Filipinas (30,9%), Corea del Sur (21%), tiene a la zona paralizada, pese al leve incremento de las bolsas asiáticas. La fuerte contracción que vive el comercio mundial está haciendo pasar una de sus horas más amargas a todo el mundo. A la violenta caída del consumo y las importaciones de Estados Unidos (primera potencia mundial con un 25% del PIB), se une la pérdida de valor en las existencias. Muchas propiedades se cotizan hoy un 40% menos de su valor de hace un año y pese a estos precios, no encuentran compradores. Esta ola deflacionaria está sacudiendo a todo el planeta y ya comienza a llegar al mundo del trabajo. Las oficinas de empleo en Estados Unidos han constatado descuentos de hasta 20% en los salarios.
Sin embargo, las cifras negativas asiáticas pronto pueden comenzar una leve recuperación. Taiwán será el primer beneficiado con las medidas reactivadoras de China. Los 600.000 millones de dólares que ha inyectado el gigante asiático a su economía, socorrerán a la isla, pues China es el segundo cliente de Taiwán después de Estados Unidos. Ambas economías firmaron acuerdos para aumentar los vuelos directos e incrementar la cooperación financiera y la supervisión económica. Taiwán espera un promedio de 3.000 turistas chinos al día, cada uno con un gasto promedio diario de 237 dólares, lo que añadirá 0,4 puntos porcentuales al PIB taiwanés para este año.
La reestructuración comercial de las economías del sudeste asiático es un intento por aminorar el impacto que les ha provocado el quiebre de las economías occidentales. Y aunque aún la incertidumbre sumerge a estos países tras la caída del PIB japonés en un 15,2 por ciento y de un 4,3 por ciento para Hong Kong, sus mayores descensos desde 1980, luchan por superar la mayor crisis económica desde la segunda guerra mundial.
Más información | The New York Times, Bloomberg Imagen | Kovis