Nunca me ha parecido buena idea esa de situar todos los ministerios y los entes administrativos en las capitales de un país. Sólo porque una ciudad es designada como la capital no quiere decir que se debe situar todo en su jurisdicción geográfica. Situar todo en la capital crea una concentración en ese lugar atrayendo más recusos, más trabajos, más trabajadores y todo lo que le rodea hacia la capital y, además, chupándo estos de otros lugares hacia ese centro.
En Europa siguen la estrategia de distribuir los centros en distintas ciudades de la Unión Europea y no piensan que, sólo porque la Comisión Europea está en Bruselas, se tiene que situar todos los ministerios y todos los grupos administrativos en esa ciudad. Estas decisiones son muy peleadas por los distintos gobiernos, ya que traen recursos y empleo a la ciudad elegida. Esta importancia no lo es menos dentro de un país.
Si los ministerios se sitúan en lugares vinculados a la actividad, sería mucho mejor, por lo tanto, propongo los siguientes traslados, como ejemplo:
- El ministerio de Agricultura a Murcia
- El ministerio de Turismo a Alicante
- El ministerio de Pesca a Galicia
- El ministerio de Interior a Guernika
- El ministerio de Cultura a Albacete
- El ministerio de Exteriores, quizás se queda en Madrid, ya que sus interlocutores son los embajadores y estos están situados en la capital
Las ventajas que salen de estas redistribuciones de localización de ministerios y de entidades administrativas incluyen las siguientes:
- Reduciría la concentración de recursos en un solo lugar, repartiendo estos a otros lugares.
- Distribuiría a muchos lugares la creación de empresas que destinan sus servicios a los distintos servicios públicos.
- Abriría el mercado de trabajo profesional a otros lugares, directos e indirectos.
- Ofrecería salidas profesionales más distribuídas y reduciría la necesidad de que los profesionales se trasladen a la capital en búsqueda de estos trabajos.
- Repartiría los recursos centrales de forma más equitativa.
- Liberaría edificios en la capital que, cuando el mercado vuelva, permitiría su venta o alquiler, ingresando al Estado.
- Distribuiría la demanda inmobiliaria más equitativamente.
- Eliminaría la descompensación económica de concentrar todo en una ciudad.
- Eliminaría la descompensación física de concentrar todo en una ciudad.
Para la transición de estas entidades, los funcionarios trabajando en Madrid recibirían dos opciones, o se trasladan con su trabajo al nuevo lugar, o recibirían una compensación por dejar su trabajo voluntariamente. Como muchos no querrán trasladarse a una nueva ciudad, sería una forma voluntaria de reducir plantilla en la administración.
El sector privado se deslocaliza y las administraciones deben hacer lo mismo.
En El Blog Salmón | El chollo de ser funcionario y Cambios en el Gobierno: Zapatero elimina los ministerios de Igualdad y Vivienda
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